Andrés Bastida Molina dirige Bodegas Alceño desde el año 2010 en que se establecieron en Jumilla.

LOLA TOMAS

Las celebraciones de los aniversarios señalados suelen tener circunstancias muy diferentes a las que se atraviesan actualmente, pero de una manera u otra y tirando de las nuevas tecnologías, de creatividad e imaginación, Bodegas Alceño se encuentra inmersa en la de su 150 aniversario.
Andrés Bastida Molina, el joven gerente de Bodegas Alceño, cuenta que todo estaba planeado de otra manera, pero que están “muy contentos” por celebrar sus 150 años de historia, ya que no todos los años se cuenta con una efeméride de estas características, y para ello han lanzado un nuevo vino, 150 Alceño.
Cierto es que tenían pensado conmemorar la significativa fecha con diferentes eventos que arrancaban en el mes de marzo en Jumilla, Murcia y Madrid y que debido a la pandemia han tenido que cancelar y presentar el vino a través de sus redes sociales y medios de comunicación, pero esperan que si la situación mejorase, poder hacerlo de manera más directa con todos sus amigos, clientes y amantes del buen vino que elabora Alceño.

ALCEÑO 150

Elaborar un vino que conmemore los 150 años de una bodega centenaria no se piensa de la noche a la mañana, sino años antes. Así lo confirma Bastida a la que pregunta sobre qué tiene de especial el vino 150 Alceño.
Ya en el año 2015 se pensó en esta fecha tan especial que se acercaba y junto a su enolólogo, Juan Miguel Benítez, y el resto del equipo que conforma la bodega, se comprometieron a hacer “algo especial”.


Recuerda Andrés Bastida que 2017 fue un año “seco, pero con uvas de muy buena calidad” y volviendo a pensar en ese 150 aniversario y queriendo elaborar un vino “grande e interesante”, decidieron que sería con las mejores uvas de este año, de las mejores parcelas ubicadas en la umbría, con terrenos pedregosos y calcáreos y de poco rendimiento. Esas uvas maduras en su punto óptimo pasaron a la bodega y a ser tratadas con los métodos de elaboración más artesanales, conservadas en depósitos de hormigón que datan del año 1925 y que da unos “resultados maravillosos”, y para muestra Alceño 150, “un vino de calidad para el disfrute de todos”, señala Bastida.


Alceño 150 es una edición única y limitada de 20.000 botellas, cuyo diseño es especial, tanto botella, tipo Borgata, como la etiqueta y refleja el trabajo realizado para poder continuar dentro de la élite de los vinos de la DOP Jumilla.
Es un monastrell muy intenso en nariz, con notas de frutas rojas maduras y en boca muy equilibrado, buena acidez, con una madera persistente pero elegante y con un final largo pero muy agradable.

La familia Bastida Molina comienza a elaborar en 1977 en la Hoya del Campo

Con “mucha ilusión e incertidumbre” la familia Bastida comenzó su andadura al frente de Bodegas Alceño hace diez años, cuando adquirieron la bodega de Pedro Luis Martínez.
No eran nuevos en el sector, su abuelo estaba al frente de Venta Patas y era su padre, Juan Bastida el encargado de comprar graneles en diferentes bodegas de Jumilla que se vendían en esa venta de la Hoya del Campo. Una gran crisis en 1977 hizo que su padre montase una pequeña bodega y comenzase a elaborar, hasta que en el año 2010 y con el apoyo de toda la familia, depositaron sus ojos y su confianza en “el vino de calidad” de Jumilla, en una bodega y en una marca que impulsaron, Alceño, que estos días anda de aniversario.