Respuesta: Cuando tenemos cera en los oídos (o cerilla o bien cerumen) es una  de esas cosas que pocos quieren discutir en público.

La cera es producida por glándulas especiales en la piel del canal auditivo. El nombre técnico para esta materia cerosa es cerumen. La cerilla puede ponerse más oscura con la edad.

 A la cera del oído, antiguamente, se le ha atribuido muchas cualidades: bálsamo para labios y cataplasma para heridas. Pero realmente la cera de los oídos tiene otras muchas cualidades.

Se han realizado estudios en los ha comprobado que la cera actúa como un indicador de la acumulación de sustancia tóxicas en el cuerpo y también dicen los científicos que podría ayudar a diagnosticar ciertas enfermedades.

Hay curiosidades sobre la cera que podemos comentar:

  • Se ha comprobado que las células del canal auditivo tienen poder migratorio: o sea, estas células hacen que la cera vaya saliendo hacia el exterior (también cualquier cuerpo extraño).

Si ese movimiento no tuviera lugar el canal auditivo se obstruiría por las  células muertas que se produce de forma natural por  renovación celular. Los hombres, por otra parte, pueden tener más pelos en la oreja cuando envejecen y esto puede dificultar la salida natural de la cera.

  • Tiene propiedades antimicrobianas

La cera de los oídos contiene aceites, pero está constituida en gran parte por queratinocitos, células epiteliales muertas además de otras sustancias.

Muchas glándulas producen péptidos antimicrobianos (un tipo de moléculas), mientras que las glándulas sebáceas cercanas a los pelos aportan a la mezcla alcoholes, colesterol y triglicéridos.

La cera también contiene lisozima, una enzima con propiedades antibacterianas. Otros investigadores no están de acuerdo y aseguran que la cera es un medio perfecto para la proliferación de bacterias.

La producción de cera no varía mucho entre hombres y mujeres. Tampoco entre jóvenes o viejos. Pero un nuevo estudio indicó que el contenido de triglicéridos sí que baja en el hemisferio norte de noviembre a julio.

Hay que advertir que, como en todo, el tener cera en el oído es normal, pues ayuda a que el conducto auditivo esté lubrificado y evite la entrada de cuerpos extraños (insectos, polvo etc.). Pero como siempre, la abundancia tampoco es buena.

(Basado en el artículo de Paula McGrath –BBC)