M. C. Cañete Vera

Es jumillano, pero se encuentra ya mucho tiempo afincado en Madrid. Es actor y se trata de Juan Carlos Gandía Ortega. Estudió en la Universidad y en Escuela Superior de Arte Dramático, ambas de Murcia, así como en el Laboratorio de Teatro William Layton. Pero desde que empezó ha seguido formándose continuamente y sus trabajos también han ido llegando en varios palos. Así en su trayectoria cuenta con numerosos trabajos en teatro, publicidad, televisión, así como cortos y largometrajes.

En primer lugar, nos gustaría saber cómo se encuentra a nivel personal, viviendo esta terrible situación de pandemia.
Dentro de toda esta locura que estamos viviendo puedo decir, aunque con la boca pequeña, que me siento muy afortunado, dado que tanto mi familia como yo nos encontramos bien de salud que, tal y como están las cosas, es importante destacarlo y deseando que podamos ver pronto esa luz al final del túnel que tanto necesitamos.
¿Cómo ha vivido los confinamientos? ¿Y el contacto con su familia, porque usted vive en Madrid?
El confinamiento fue bastante bien, me tocó en Madrid y por responsabilidad decidí no viajar a Murcia. He de reconocer que cuando ocurrió todo tenía bastante miedo, aparte de por la Covid, porque soy una persona que, por mi trabajo, suelo pasar tiempo fuera. El tener que estar tanto tiempo en casa me tenía un poco preocupado, pero finalmente me organicé mi rutina diaria con ayuda de mi novia y se me hizo bastante llevadero. En cuanto a mi familia, los vi más veces que sin confinamiento, porque hacíamos videollamadas constantemente. Aunque sí es cierto que echaba de menos el no poder abrazarlos físicamente.

Y a nivel profesional, ¿En qué se encuentra trabajando en estos momentos?
Pues hace poco tuve la suerte de hacer una pequeña aportación en la serie “Física o Química el reencuentro” de la mano de Juanma Pachón, al igual que también he podido rodar un spot para “Carrefour” y otro para “Jazztel”. En teatro estoy como director en una comedia que se llama “Alocada Rutina” y como actor en “La Celestina”. Y muy contento porque a pesar de las restricciones y la situación actual, ambas están teniendo muy buena acogida por parte del público.

¿Tiene proyectos a corto y medio plazo? En publicidad, cine, televisión o teatro
Pues estábamos ensayando dos obras de teatro “Casa de muñecas” y “Dorian Gray”, pero con todo esto de la pandemia nos hemos visto obligados a parar hasta que todo pase un poco.

¿Cómo se encuentra la situación laboral en un sector como el suyo?
La situación de los artistas es, en la mayoría de los casos, muy comprometida. Muchos teatros se están viendo obligados a cerrar y en el tema audiovisual tampoco pinta mucho mejor, nos sentimos bastante desprotegidos.

¿El público va respondiendo?
Está respondiendo bastante bien, sobre todo, cuando salimos del primer confinamiento dado que con todo lo que habíamos pasado, el público tenía muchas ganas de desconectar y qué mejor manera que consumiendo cultura.

Y, ¿cuentan con ayudas? Porque es un sector de los más afectados por la crisis sanitaria
Las ayudas que nos ofrecen son totalmente insuficientes, ya que la mayoría están dirigidas a una parte muy minoritaria de nuestra profesión: te piden tanto requisitos que, debido a nuestra precariedad laboral, desgraciadamente muy pocos cumplimos.

¿Cómo ve el futuro más inmediato de las Artes Escénicas? ¿Cree que van a cambiar los hábitos del público debido a lo que se ha sufrido?
Yo creo que ahora mismo, al estar discotecas y otras opciones de ocio cerradas, quizás la gente se esté decantando más por el teatro a la hora de salir. También porque las medidas en todas las salas, grandes y pequeñas, son extremadamente rigurosas y la gente se siente protegida. Sinceramente no sé qué pasará cuando se abra la puerta a otras opciones. Yo quiero pensar que el teatro siempre es necesario, especialmente en épocas complicadas, y que la gente va a seguir acudiendo, pero es todo tan incierto que no me atrevería a afirmar nada. Lo más importante es que se ayude a la cultura para que ningún teatro se vea obligado a cerrar y puedan seguir ahí a corto, medio y largo plazo.

¿Y qué mensaje dejaría precisamente para este público que es tan vital para un actor?
Que se animen a consumir cultura: audiovisual y por supuesto en vivo, que es una experiencia incomparable. En pocos sitios, además, se está tan seguro como en un teatro, y el tener una hora o dos para conectar con la realidad que sucede en el escenario y desconectar de la que nos rodea, o poder entenderla desde otro punto de vista, es impagable.