Artículo de Lucio Fernández López, experto en gestión de Recursos Humanos y en Responsabilidad Social Corporativa, sobre «Competitividad en la era PostCOVID»

Lucio Fernández López es experto en la gestión de Recursos Humanos y en la llamada Responsabilidad Social Corporativa de las empresas. Ofreció una charla el pasado mes de febrero en Jumilla con motivo del inicio de los actos conmemorativos de los 20 años de prensa local que organiza el Grupo de Comunicación Siete Días Jumilla. Ahora, en la actual situación le hemos pedido un artículo en el que habla sobre “La competitividad en la era PostCOVID”.
Lucio Fernández comienza: “No hay día en el que puedas leer algún artículo en la prensa, escrita o digital, que no hable de la COVID-19. Ya oímos los tremendos datos con la más absoluta naturalidad, incluso bajar de 300 muertos nos resulta positivo. No digo que no lo sea, ya que muestra una tendencia que invita al optimismo de que estamos ganando la batalla, pero siguen siendo casi 300 muertos, no lo olvidemos”.


Prosigue el experto: “El 28 de abril salió la EPA que arrojó el peor dato desde 2013 en destrucción de empleo con 283.000 empleos menos (sin contar los ERTEs), y solo recoge 2 semanas de confinamiento, por lo que pienso que la cosa puede ser más grave en un futuro. Hay un colectivo que se verá más afectado todavía si no hacemos nada al respecto: la pequeña y mediana empresa y los autónomos. Esos bares, peluquerías, ópticas, zapaterías, tiendas pequeñas de ropa, pequeñas tiendas de alimentación… lo tendrán difícil para sobrevivir”.


Considera que “ante esta situación no podemos girar la cabeza y obviar lo que está pasando como si con nosotros no fuera. Debemos tener presente que el futuro ya no es tal y que será el presente quien conforme las dimensiones del futuro que nos espera. Y este presente que estamos viviendo supondrá un cambio de paradigma total, donde, espero, que la persona esté en el centro de todo. Donde todo parecía digital lo importante es lo personal. En la situación actual de confinamiento tenemos todas las medidas digitales (plataformas de televisión, internet a altísima velocidad, tablets, portátiles, redes sociales…). Sin embargo, todos estamos deseando salir a la calle y abrazar a aquellas personas que nos importan, a tomar una cerveza con los amigos, ¡a ir a trabajar!”.

NO SOLO EMPLEADOS, TAMBIÉN GRUPOS DE INTERÉS

Lucio Fernández asegura que: “Todas las empresas (grandes, medianas y pequeñas) deben poner el foco en la gestión de las personas. Y cuando hablamos de personas, no debemos cometer el error de pensar solamente en empleados, sino que debemos incluir a todos los grupos de interés que forman parte del sistema de la compañía: clientes, proveedores, sociedad, competidores…”. También apunta: “Parece evidente que la clave de la competitividad, del liderazgo, de la sostenibilidad está en el modelo relacional que, como empresa, establezco con estas “personas”. Si consigo establecer un vehículo donde ambas partes se benefician, estaré en el camino correcto”, indica.

EGOÍSMO EMPRESARIAL COLABORATIVO

En su artículo, el experto en Recursos Humanos indica que “después de analizar una gran cantidad de modelos relacionales, he llegado a la conclusión que hay uno que de una manera más o menos evidente aparece en todos ellos. Lo he llamado modelo EEC, o lo que es lo mismo, Egoísmo Empresarial Colaborativo”.
Puntualiza que “egoísmo es un elemento innato al ser humano, todo el mundo es egoísta por naturaleza y no podemos ir contra natura. Empresarial porque estamos en un entorno donde empresas y personas forman un universo común e infinito, no sabemos dónde empieza y dónde acaba. Colaborativo es la clave de la fórmula, es la que da sentido a todo lo demás, pone el orden necesario para conseguir el objetivo perseguido. El egoísmo utilizado de forma positiva nos permite llegar a sitios jamás imaginados. En resumen, EEC tiene como conclusión que “Soy tan egoísta que quiero que le vaya muy bien a los demás para que me vaya muy bien a mí”. El entorno es la llave para la competitividad de una compañía”.
Fernández cree que “muchas de las empresas que cerraron durante la crisis del 2007 no lo hicieron por un problema de gestión interna, de mala calidad en el producto/servicio, lo hicieron porque el entorno en el que desarrollaban su actividad se vino abajo y un claro ejemplo fue la construcción. Durante la época de bonanza, estoy convencido que la mayoría de las empresas del sector de la construcción no utilizaron el modelo EEC, quizás se quedaron en el EE (Egoísmo Empresarial), solo pensaron en su beneficio máximo, en obtenerlo a costa de lo que fuera, pero les faltó la parte más importante, colaborar con el entorno para entender sus necesidades y trabajar desde dentro para conseguir que sea exitoso”.

“NO SOMOS NÚMEROS”

Asimismo indica: “En la crisis que estamos viviendo actualmente debida a la COVID-19 se está poniendo de manifiesto que no somos números, sino que todos unidos, colaborando, somos los que tenemos la llave de la recuperación. Este momento nos ha hecho pensar muchas cosas y nos debe hacer reflexionar en que cada minuto cuenta y que, las personas son necesarias de principio a fin”.
Por último, Lucio Fernández apunta que “Ahora es el momento de realizar una adaptación del modelo EEC para pasarlo al EPC (Egoísmo Personal Colaborativo). Tenemos la oportunidad como consumidores de conseguir que esas empresas locales, ese autónomo… pueda salir de esta crisis de manera satisfactoria. Colaboremos con ellos, compremos en el barrio, ayudemos al bar de siempre que nos trató con excelente calidad, seamos responsables. Si el entorno mejora, nuestra vida mejorará, no hay duda”.