La nueva directora del Centro de Día Miguel Marín Padilla es licenciada en Psicología, técnico especialista en enfermos de Alzheimer y máster en Neuropsicología Clínica, y titulada en el estudio de las demencias.

Lola Tomás

Desde hace un mes aproximadamente es la nueva directora del Centro de Día Miguel Marín Padilla. ¿Cómo afronta esta nueva etapa dentro de su currículum profesional y a nivel personal?
Pues todavía estoy aterrizando, pero afronto este reto con ilusión y motivación. Realmente tengo un gran equipo, con la colaboración, coordinación, esfuerzo y compromiso de todas, seguiremos atendiendo, cuidando, manteniendo la calidad de vida y el bienestar social de nuestros/as usuarios/as y sus familias. Quiero también mostrar mi agradecimiento a aquellas personas que pensaron en mí para ocupar este cargo y espero no defraudar.
ASPAJUNIDE siempre se ha definido como una gran familia y cualquier familia que se precie tiene que cuidar a sus abuelos/as.

Mari Carmen Cruz Vicente, directora del Centro de Día Miguel Marín Padilla

Tiempos muy complicados en plena pandemia para dirigir un centro de mayores, máxime cuando son un grupo de riesgo y el mayor afectado por la Covid 19. ¿Abruma la nueva responsabilidad?
No abruma la responsabilidad, abruma el ver como vuelven algunos/as de nuestros/as usuarios/as. Abruma ver como la pandemia y el confinamiento ha mermado sus capacidades. Abruma ver como algunos se despidieron andando y vuelven en silla de ruedas. Abruma ver como algunos nos llamaban por nuestro nombre y ahora no nos conocen. Abruma pensar que algunas se quedaron por el camino. Eso y otras muchas circunstancias son las que me abruman y me preocupan.

¿A qué retos se enfrenta ahora que acaban de reabrir y que eran impensables hace un año?
Bueno en principio el centro también se ha tenido que adaptar a las nuevas circunstancias, se mantienen las distancias de seguridad, observamos las medidas higiénico-sanitarias, los transportes están preparados para cumplir la normativa, los usuarios/as llegan al centro por grupos de convivencia (para todas las actividades y terapias).
Si bien es cierto, que, debido a esta pandemia y a la normativa derivada de la misma, nuestros objetivos también han variado, el hecho de guardar la distancia de seguridad, llevar mascarilla y dado que parte de nuestra población sufre importantes déficits sensoriales (oído y vista), la correcta comunicación entre nuestros/as usuarios/as se ve mermada, al igual que el hecho de no poder realizar actividades conjuntas que interfiere en la relación social de todos ellos. Es el personal del centro el que intenta animar y favorecer la relación con ellos. El reto es enfrentarnos a la mayor afectación cognitiva y motora derivada de la pandemia.

La directora del Centro Marín Padilla junto a dos trabajadoras.

¿Y a qué se enfrentan las familias que tienen a su cuidado a mayores, y que han visto cómo el confinamiento y el aislamiento están pasando factura a nivel emocional y cognitivo?
Bueno las familias de nuestros usuarios ya saben lo que es el confinamiento antes de que empezase la pandemia, saben lo que es estar en casa cuidando y atendiendo a sus mayores, en ocasiones dejan su vida por la de otros y se olvidan de vivir. El centro, en este sentido constituía su respiro, al llegar estos cambios, que nos vienen impuestos se va a agudizar su ansiedad y estrés en muchas ocasiones.
Hay que saber gestionar bien las emociones, poner en valor sus actitudes y dedicación y potenciar la resiliencia para poder sobrellevar esta situación tan estresante y sacar una lectura positiva.
Con todo, creo que una de las olas de las que se habla poco y que está por llegar, es la de los problemas emocionales que se van a derivar de esta pandemia.

Durante el confinamiento y el tiempo que ha permanecido cerrado el centro, no se ha descuidado a los usuarios la atención domiciliaria, que cómo psicóloga y psicoterapeuta que es, sabía que había que prestar. ¿Cómo ha sido posible atenderlos en estas circunstancias?
Cuando empezó la pandemia y debido al desconocimiento que imperaba, se trataba semanalmente vía telefónica con los familiares de nuestros/as usuarios/as para saber cómo se encontraban y realizar, si procedía, derivaciones al neurólogo (para ajustes de medicación) y con la Trabajadora Social (para información de ayudas). Más tarde nos desplazamos a las casas con todas las medidas de seguridad para valorar posibles deterioros durante el confinamiento. Con posterioridad llevamos a los domicilios ejercicios cognitivos y tablas de ejercicios físicos (en ocasiones hacíamos vídeos vía whatsapp), así como manualidades.


Al final se realizó un ambicioso plan de actividades a domicilio, al objeto de paliar, en la medida de lo posible, las carencias resultantes del cierre temporal del Centro de Día y mejorar la calidad de vida de nuestra población. Este plan contemplaba todas las áreas, motora (relajación y control respiratorio, paseos, gimnasia), cognitivas (manualidades con pauta cognitiva, reminiscencia, descarga emocional del cuidador, ejercicios cognitivos, refuerzo de ABVD), sociales (mediante videollamadas en diferentes domicilios, lo que favorece la relación entre ellos/as) y sanitaria (redacción de menús en colaboración con nutrición si era necesario, control y prevención de ulceras, preparación de pastillero, actualización de informes médicos).

Cómo profesional, ¿cómo ve el cuidado y la atención a los mayores dentro de diez años? ¿A qué se enfrenta la sociedad en la que vivimos con respecto a ellos?
A nadie le puede pasar desapercibido que en los países desarrollados la cifra de personas mayores es cada día más elevada, en el siglo en que nos encontramos, España va a experimentar uno de los procesos de envejecimiento más rápidos del mundo, la pirámide poblacional se ha invertido, por lo tanto, el reto que ahora se plantea es enfrentarnos a un envejecimiento duradero e intentar que éste se desarrolle con un buen nivel de independencia, que potenciemos su bienestar físico, psíquico y social. Hay que poner en valor este capital humano que todavía es agente activo y participativo de nuestra sociedad. Los centros de día empiezan a ser más necesarios que nunca.

¿Qué se hace en un centro de día que no se puede hacer cuidando al mayor en su propia casa?
En el Centro nos centramos en la atención a la persona, en casa no tienen una fisioterapeuta que atienda sus necesidades motoras, ni una monitora de baile que les haga moverse, ni una encargada de manualidades con la que trabajen en terapias informales para favorecer la relajación, motricidad, atención, etc., ni cuentan con la persona que los mantenga activos cognitivamente evitando la pérdida de capacidades o manteniendo el mayor tiempo posible aquellas que todavía tienen, ni tienen su área sanitaria cubierta, ni pueden mantener la misma relación social que aquí, ni sus familias pueden tener tiempo para sus trabajos o para su ocio….. En el Marín Padilla, establecemos el estado basal de la persona y a partir de ahí y teniendo en cuenta su perfil cognitivo, realizamos planes individuales de actuación.

Dirige un centro con plazas concertadas y privadas. ¿Está completo, hay lista de espera?
Las plazas concertadas estarán completas en el mes de enero y es el IMAS el que las otorga por riguroso orden. En el caso de las privadas, en cuanto la situación empiece a normalizarse, también se cubrirán y lo harán atendiendo al orden de petición realizada en el Centro.

¿Hay un nuevo proceder o un nuevo protocolo de acción en el centro en cuanto a usuarios, visitantes y familiares y trabajadores?
Se mantienen estrictos protocolos, revisados por el IMAS conforme a la situación epidemiológica de la localidad y mantenemos nuestro plan de contingencias que afecta a trabajadoras, usuarios/as y a todos los servicios, desde el transporte hasta las medidas de distanciamiento en las diversas dependencias del Centro. Respecto a las familias y visitantes, como también aparece en las distintas normativas, no pueden entrar en el centro hasta que la situación se normalice, salvo que se les avise por cualquier eventualidad.

¿Qué mensaje trasladaría a los jumillanos, familias de usuarios y a los reticentes con este tipo de centros?
Tanto a unos como a otros, decirles que estamos a su disposición, a los reticentes, que pasen a conocernos (cuando cambie la situación sanitaria) y a nuestros familiares que seguimos aquí para ayudar, aliviar y apoyarles.
Ahora toca enfrentarnos a dos pandemias, el Alzheimer y la COVID.