Es la nueva presidenta de la Hermandad Santa María Magdalena

M.C. Cañete Vera

En primer lugar, enhorabuena por su reciente elección. ¿Cómo se ha desarrollado el proceso
Muchas gracias por la felicitación que hago extensiva a toda la Junta Directiva. Ciertamente no tenía pensado presentarme como presidenta, los hermanos de la junta me animaron a encabezar la candidatura ofreciéndome su apoyo incondicional. Mi agradecimiento a las personas que me han propuesto y han confiado en mí para estos cuatro años que tenemos por delante. Mi compromiso es continuar la línea de trabajo y esfuerzo que caracteriza a nuestra hermandad, creciendo y ampliando el número de hermanos y el patrimonio. Asumo que es un puesto de responsabilidad, pero a la vez de servicio que conlleva una gran dedicación.

Y con un gran equipo que le respalda en su Junta Directiva
Trabajar en equipo es la clave para que toda hermandad o asociación crezca y avance, ya que sólo a través del trabajo colectivo se pueden mejorar los resultados generales, cuando se ponen en común ideas nuevas y diferentes, se pueden aportar mejores soluciones. En nuestra hermandad siempre nos hemos caracterizado por trabajar de esa forma, dialogando y buscando consensos. Por eso me siento orgullosa de contar con el gran grupo de personas que han decidido acompañarme y asumir conmigo esta responsabilidad.
Contamos con seis mujeres y cuatro hombres, cuando contacté con cada uno de ellos, en ningún momento dudaron en aceptar mi propuesta y formar parte de esta nueva junta. Ya hemos compartido responsabilidades en etapas anteriores, ya que yo entré a formar parte de la Junta Directiva hace más de trece años, asumiendo los cargos de vicepresidenta y vocal de caridad.

¿Qué objetivos se plantea?
El objetivo más importante es recuperar la actividad que se ha visto truncada por estos años de pandemia y que nos está haciendo vivir una situación tan compleja. La finalidad es atraer a los jóvenes y a aquellas personas que, por uno u otro motivo, se han podido alejar de nuestra hermandad y de la Semana Santa, es necesario dedicar tiempo y esfuerzo para incrementar el gran patrimonio humano que tiene nuestra hermandad, del que nos sentimos muy orgullosos.
En estos momentos la hermandad tiene un objetivo prioritario que es reformar nuestra sede, que precisa una reforma integral, con mejores servicios que permitan depositar y exponer el patrimonio de la hermandad, a la vez que disponer de un lugar de reunión y encuentro de los hermanos. Todo ello, sin descuidar los actos que hemos venido desarrollando, actividades culturales y religiosas. Además, debemos mejorar la comunicación a través de redes sociales e impulsar la promoción de nuestra Semana Santa de Interés Turístico Internacional.

¿Cuáles son las perspectivas para este 2022?
Después de tres años sin procesiones, tengo la mirada puesta en la Semana Santa 2022, quiero ser optimista y pensar que vamos a poder ver nuestras imágenes y tronos en las calles. La incertidumbre de cómo se van a desarrollar los acontecimientos nos hace ser realistas y esperar la evolución de la situación sanitaria.
Como nos recuerda el obispo en su carta a los cofrades de 2022: “En este año la Semana Santa discurre por los caminos de la confianza, con la esperanza de que todo saldrá bien, eso sí, sin olvidarse de las diversas cautelas”.
Vamos tenerlo todo preparado para el mejor de los escenarios, “que las procesiones vuelvan a las calles” y la Hermandad Santa María Magdalena estará ahí, sumando para hacer más grande nuestra Semana Santa.

Esta situación, ¿ha supuesto un ‘alejamiento’ de los hermanos?
Todos estamos padeciendo, en mayor o menor medida, la pandemia y esto se está reflejando también en la hermandad. Este alejamiento de los hermanos, al que te refieres, es un temor que tenemos todas las hermandades, pero que no tenemos constatado y probablemente no lo sabremos hasta el momento de procesionar. Quiero suponer que todo volverá a la normalidad en breve.
En la nuestra, como en el resto, los niños, desde temprana edad, acompañan a sus padres en las procesiones y es una realidad que los niños que hoy tienen tres, cuatro o cinco años, no conocen la Semana Santa en la calle. Los jóvenes, que al ir creciendo deben cambiar sus túnicas, no lo han necesitado en estos años y pueden perder la ilusión de hacerlo, pero esto no nos debe desanimar y nos obliga a trabajar para crear nuevas expectativas y recuperar a los hermanos. Todos queremos vivir la Semana Santa como siempre y recordar estos años como un “mal sueño”.

¿Cómo se encuentra actualmente la hermandad?
En la actualidad, contamos con 171 hermanos, de los que unos 40 son niños y el resto adultos. En este número se incluyen los hermanos honoríficos, que son personas afines a la hermandad, que no procesionan.
También contamos con un grupo de anderos, hasta ahora formado por treinta personas (dos turnos), que se ha incrementado en catorce más (un tercer turno) que está esperando ser una realidad cuando el Covid19 lo permita. Este turno estaba preparado para la Semana Santa de 2020.
El patrimonio lo forman nuestras dos imágenes, Santa María Magdalena, imagen titular y San Miguel Arcángel, junto con sus respectivos tronos. El ajuar procesional lo conforman tres estandartes, dos con la imagen de Santa María Magdalena y un tercero con la iconografía de San Miguel.
En los últimos años hemos ido recuperando pértigas, pebeteros, etc., del siglo pasado, donados por antiguos miembros de la hermandad.
Asimismo, desde el año 1996 contamos con una sede propia, situada en la calle Barón del Solar, que es el centro de la vida de la hermandad, punto de encuentro y núcleo de convivencia.
Por último, ¿Qué mensaje dejaría para los hermanos de la Magdalena?
Ante todo, agradecer el trabajo realizado en estos años en los que, pese a no haber podido salir a las calles, se ha seguido trabajando y no se ha perdido la ilusión por realizar tantas iniciativas que han sustituido las procesiones. La hermandad se ha sabido adaptar a la situación y ha trabajado en los distintos escenarios que se han sucedido en estos años.
Me gustaría transmitir un mensaje de esperanza que todo volverá a ser como antes, que es lo que añoramos: Los ensayos, las procesiones, los desfiles, los encuentros, las prisas… volverán a llenarnos de alegría e ilusión. La Semana Santa jumillana tiene que recuperar el color y la brillantez que la caracteriza. Santa María Magdalena volverá a realizar el camino del Calvario y San Miguel triunfará sobre el mal, el Domingo de Resurrección. Pido a los hermanos la máxima colaboración en las actividades de la hermandad y a participar en todos los actos.