Confinamiento de la familia Soriano Herrero

Fina, Vicente, Elena e Irene cuentan de qué manera llevan el estar “encerrados”

Hoy toca conocer cómo llevan el confinamiento decretado por el Gobierno debido a la crisis sanitaria por COVID-19 de otra familia jumillana, la de Vicente Soriano y Fina Herrero.

 Vicente y Fina ienen dos hijas, Elena e Irene de 16 y 13 años respectivamente. El confinamiento parece que está funcionando “muy bien”, según cuenta Fina Herrero.  En el día a día asegura que no llevan una planificación “exhaustiva”, pero tratan de establecer una rutina para no caer en el “aburrimiento” y que el encierro entonces sea  “menos llevadero”.

Se levantan sobre las ocho y media de la mañana y es Vicente  el que se marcha a la oficina de la empresa a resolver papeles y otras cuestiones, que empresarialmente ahora generan “muchas preocupaciones”. Soriano es autónomo y dirige una empresa de metal y Fina era dependienta en una joyería que se ha visto en la obligación de cerrar y aplicar un ERTE por el cual ha sido despedida.

Fina se queda en casa junto Irene y Elena y  mientras que la primera se dedica a las tareas domésticas del hogar, y  aprovecha para “limpiar a fondo”, las chicas se ponen hacer las tareas del instituto. Ambas están cursando en el IES Arzobispo Lozano 4º y 2º de la ESO, y cuentan para Siete Días Jumilla, que aunque el estar en casa confinadas “lo llevan bien”, Irene por ejemplo no acaba de acostumbrarse  a  las clases online  y a estudiar siempre en casa y “no lo lleva tan bien”, pero procura, para compensar el resto del día, pintar, dibujar y ver series con el resto de la familia.

Elena por su parte asegura que también lleva “bien” el confinamiento, pero reconoce que en algunos momentos el encieroo “le agobia”. Pasa la mañana haciendo sus deberes y conectada online con sus profesores atendiendo a las clases programadas. Las tardes son “más de descanso”, asegura y se dedica tiempo a sí misma, ve alguna serie y realiza video llamadas con sus amigas. Puntualiza que los fines de semana están siendo “más duros”, porque es cuando se solía salir y ahora lo único que hace es estar con la familia, ver la tele o jugando los cuatro a algún juego.

Tras la comida, la tarde da para relajarse un poco más, de manera que la familia ha establecido un tiempo libre para cada uno, que dedican hacer lo que más les gusta. Tiempo de merienda, de hacer deporte, de jugar los cuatro, de duchas y de cenas, y después de todo esto cuando  llega el momento de que las chicas vean “sus series” o hagan videollamadas con los amigos antes de ir a la cama.

Planifican las comidas y las cenas con el fin de salir a comprar lo menos posible, y es Vicente el que se encarga de la misma cuando sale de trabajar antes de llegar a casa y recoge los encargos, evitando estar mucho tiempo en los comercios, con el riesgo que ello conlleva. Cuando vuelve las normas son claras, dejar los zapatos en el patio y lavar la ropa diariamente con la que va a trabajar, porque a casa “no entra con el calzado de la calle”, asegura Fina, extremando las precauciones.

“Internet es una suerte” comentan, para llevar a cabo el confinamiento sin que se haga “difícil” y los grupos de whatsapp ayudan mucho, sobre todo los de la familia “los cucharones”, que hacen concursos de menús a la hora de la comida. 

La familia Soriano Herrero cree que el confinamiento durará todo el mes de abril y después vendrá una “gran crisis”, que la que todavía se “desconocen las graves consecuencias”.