Luis Álvarez y Valentín Juliá, terceros en el Campeonato de España de Rallies en regularidad 

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La redacción de Siete Días Jumilla acogió la visita de los componentes del Taller Álvarez Team tras su primera participación en una prueba de estas características. “Unas veces tienes que correr y otras ir muy despacio”

Luis Álvarez y Valentín Juliá, piloto y copiloto del Taller Álvarez Team, visitaron los estudios de Siete Días Jumilla para hablar sobre su recién cosechado tercer puesto en el Campeonato de España de Rallies en categoría T3, o  también llamada de la regularidad. Como no podía ser de otra forma ambos se mostraron satisfechos por el éxito conquistado. “Es nuestro primer año y no esperábamos estar tan arriba. En principio la idea era hacer solamente las pruebas de los alrededores, pero viendo que los resultados eran buenos al final nos calentamos y terminamos haciendo el calendario entero”, admitían.

El circuito de T3 ha integrado un total de seis pruebas, si bien una de ellas finalmente no pudo disputarse. De las cinco restantes, Álvarez y Juliá se quedan sin duda alguna con la cita de Almanzora, donde además consiguieron su mejor resultado, un tercer puesto. “Fue espectacular, había muchísima agua. Una carrera muy rápida porque las medias que nos marcaban eran muy altas y no las podíamos alcanzar. Es la prueba más dura del campeonato, con un terreno muy roto, y encima nos salió bien. Sin duda alguna la más bonita”, aseguraban los integrantes del Taller Álvarez Team.

Lo que le sale de forma natural a un piloto es pisar el acelerador. Sin embargo, de vez en cuando ellos no tienen más remedio que tocar el freno. Todo para ajustarse a unas medias de velocidad que les marca la organización en cada uno de los tramos. En eso consiste esta categoría de la regularidad, y así lo explicaban los automovilistas jumillanos. “Esto significa que unas veces tienes que correr mucho y otras ir muy despacio. La velocidad consiste en pisar el acelerador y llegar el primero a meta. Pero nosotros tenemos que acercarnos lo máximo posible a las medias”, argumentaban.

El coste que supone el poder practicar esta actividad a este nivel es elevado, y Valentín Juliá y Luis Álvarez lo saben bien.  No obtienen rumuneración alguna por resultados obtenidos, por lo que se hace imprescindible tirar de patrocinadores. “Queremos transmitir nuestro agradecimiento a las empresas que han confiado en nosotros y en nuestro proyecto. Sobre todo a Bodegas Juan Gil, que nos paga todas las inscripciones. Sin ellos probablemente no podríamos competir en el Campeonato de España”. A pesar de las dificultades no piensan desistir y aseguran que el año que viene volverán a repetir. “Ahora que le estamos tomando el tranquillo no podemos fallar. Este año hemos sufrido el síndrome de Carlos Sáinz. Hemos tenido incidentes en muchas de las pruebas y nos hemos dado cuenta de la importancia que tiene la fiabilidad. Pero cuando no tenemos problemas técnicos nuestros rivales tiemblan”, señalaban entre risas Álvarez y Juliá.