Se trata de la Asociación Nacional de Afectados de Coato, herramienta para su defensa

Los socios afectados permanecieron hasta cinco horas en cola para acceder a la cooperativa

El pasado14 de diciembre se realizó la ansiada asamblea ordinaria de socios de Coato. Pero muy al contrario de lo esperado, los afectados por la liquidación negativa de la almendra que la cooperativa realizó en el ejercicio 2016, no sacaron nada en claro de esta reunión y ante los hechos, los almendricultores han constituido, para su defensa, la Asociación Nacional de Afectados de Coato (ANACO).

Según informa en nota de prensa tras la asamblea el socio afectado Pedro García, lo que sucedió fue que los “socios sufrieron más de cinco horas en cola y en la calle para acceder a las instalaciones. Tras el cansancio de estas colas comenzó la asamblea, faltando una mayoría de socios, que estaban en la calle pasando por una caseta para identificarse. Ya en la asamblea, el presidente de Coato, José Luis Hernández y su consejo rector prohibieron las preguntas y aclaraciones a sus socios y plantean que las preguntas solo se dejaran por escrito al notario”.

Tras desarrollar solo dos puntos de los 12 esperados, se procedió a una votación en la que los 603 votantes presentes, tuvieron que elegir sí o no, a la aprobación del ejercicio económico 2016-17. El resultado de la votación fue, de 1.169 votos favorables y 417 desfavorables.

De los 1.169 votos afirmativos a la aprobación del ejercicio, 968 pertenecían a cinco entes, que forman parte de un entramado empresarial, que los socios desconocían, COACO SL (432 votos), Oro Molido (292 votos), Oro Líquido (92 votos), Costa Simón (59 votos) y APIMED (93 votos).

La votación fue legal, pero según García, “hay que decir que la legalidad en este caso no se corresponde a la realidad y nos preguntamos si el presidente se fijó en cómo se quedó el salón después de comunicar el recuento de votos y si habrá hecho cálculos de cuántos socios se quedaron y cuántos se fueron”.

“Nos pondremos en manos de nuestros abogados”

García también hace un análisis de los hechos venideros, indica que “los socios humillados y cabreados nos pondremos en manos de nuestros abogados para ver de qué manera podemos retomar el control y que Coato vuelva a ser de los socios. Ellos, con sus abogados (pagados por los socios) se defenderán para no perder el control de la cooperativa. Pasarán años, pleitos, etc.”. Y añade, “estaremos preocupados por problemas internos y dejaremos de hacer funciones de comercialización, investigación, producción… y cuando pasen 2 o 3 años, diremos que nuestra cooperativa no es competitiva y tendrán que pasar otro puñado de años para situarla en el mercado, si no es tarde…”.