En clave de sol by Gustavo López
Recuerdo que no hace mucho, después de la celebración de la Feria y Fiestas de Agosto, llegaba siempre un mes de septiembre que apenas estaba ocupado por la vuelta a las aulas, tanto en los colegios como en los institutos. Era como una cuesta en la que nadie se atrevía a organizar nada porque la actividad quedaba como en un segundo plano. Lo importante era pasar el mes con prácticamente ‘lo puesto’, como diría aquel, ya que enseguida llegaba la Navidad y en medio solo quedaba lo indispensable, como podían ser las celebraciones de Santa Cecilia y poco más.
Pero ahora ya no se respeta nada, y menos estos meses, en los que no es que se haga menos, es que, en la actualidad, se intensifica la actividad de todos los tipos, logrando un aperitivo para el último trimestre donde se multiplican los actos logrando un número mayor que en Navidad o Semana Santa.
Como decía, estos últimos meses del año que eran tranquilos, ahora son una locura, con inauguraciones, galas solidarias, pruebas deportivas, patrones, ferias como la del vino y la agrícola, la ingente programación cultural, el deporte federado y decenas de actividades donde las asociaciones y colectivos convocan a sus incondicionales.
De la misma forma, antes, no hace mucho, la Semana Santa y todos sus actos previos comenzaban justo después del pistoletazo de salida que representaba el Miércoles de Ceniza. Ahora tampoco hay porqué ceñirse a eso, y hay cosas antes, donde no ha nacido el Niño y ya estamos con la Pasión, Muerte y Resurrección.
Es necesario ya la elaboración de una agenda de actos en el municipio, que sea coordinada por el Ayuntamiento de Jumilla y que obligue a inscribir el acto antes de organizarlo, y si el calendario lo permite, pues ‘p‘alante’, pero si ya hay algo, pues marcha atrás y a intentar encajarlo en otro momento.
Los colectivos, asociaciones y todos los que organizamos algo, dependemos muy directamente del Ayuntamiento, ya sea por el local donde se vaya a celebrar el evento en cuestión, el patrocinio o la subvención que se que reciba, por lo que es lógico que desde el lado municipal se coordine, se ponga orden y si alguien no se ciñe a las indicaciones, pues queda fuera del sistema, y hasta aquí puedo leer.
Espero que con esto no pase como ha pasado y sigue pasando con otros asuntos consistoriales, que llevamos hablando de ellos años y años. Esto es fácil y es necesario.
