Por parte de Cayetano Herrero González y Ana María Olivares Muñoz
M.C.C.V.
El director del Museo de Etnografía y Ciencias de la Naturaleza Cayetano Herrero y la colaboradora del Museo y licenciada en derecho Ana María Olivares, han presentado en las XXVIII Jornadas de Patrimonio de la Región de Murcia: “Estudio para la salvaguarda del patrimonio inmaterial de los trabajos con la técnica del esparto y la paja de centeno”. Un trabajo centrado en el estudio de la cestería realizada con paja de centeno y esparto, al ser una técnica en vías de desaparición.
Tradicionalmente, en Jumilla se realizaron gran variedad de este tipo de utensilios, denominados genéricamente como ‘escriños’, y que actualmente se encuentran en desuso, por lo que es necesario su puesta en valor. En el Etnográfico se conserva una buena colección de este tipo de piezas muy variadas: balanzas, capazos, cestos, bandejas, paneras, torteros, etc.
Piezas muy interesantes
El presente estudio de este patrimonio inmaterial ha permitido reconocer una de estas piezas como elaboración local, tratándose de un endemismo del territorio de Jumilla, por lo que se ha catalogado como “Tortero de Jumilla”, al no encontrar ningún paralelo en otro municipio de tradición espartera. Está fabricado como una pequeña mesa y se ha localizado a uno de los artesanos que realizaron estas piezas, Vicente Carrión Hernández, aunque por desgracia falleció hace unos años, se conserva su trabajo.
También se ha localizado un tahalí de hueso, que ha puesto en valor una herramienta para arrancar el esparto, que viene de la prehistoria peninsular. El primer trabajo que describe el tahalí lo realiza Plinio el Viejo: “Hacen esteras, pequeñas antorchas, de esto hacen alpargatas (esparteñas) y tapices de esparto de los pastores … Para otros usos se arranca con esfuerzo, con las piernas protegidas, a mano protegida con manguitos de tejido, o con soportes de hueso o de madera”. Este tahalí de hueso es un metatarsiano de una cabra u oveja al que se le realizó una perforación en su parte distal.
Cayetano Herrero y Ana María Olivares se muestran “satisfechos con el hallazgo de esta pieza excepcional, que nos acerca a la cultura de miles de años”.
