Con la participación de más de mil personas

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Los actos celebrados en la calle Calvario adolecen de mucha menor implicación

Un año más se ha podido disfrutar de una lucida y participativa celebración del Carnaval en Jumilla, ya que unas mil personas participaron del Desfile de Carnaval el pasado sábado en el municipio.

Asociaciones de vecinos, guarderías de niños, colegios de educación Infantil y Primaria, charangas y batucadas así como las distintas academias de baile de la localidad, han sido sin duda, los grandes protagonistas de un multitudinario desfile de disfraces que inundó de color, baile y música el recorrido de este tercer Desfile de Carnaval jumillano.

DISFRACES TRABAJADOS

Año tras año, se puede ir comprobando como las personas que gustan de esta tradicional fiesta pagana, se trabajan con meses de antelación los disfraces que posteriormente lucirán y que saben que van a ser el centro de las miradas de las principales citas carnavaleras.

Así de esta manera en el desfile del sábado por la tarde ya se pudo ver un avance de lo que daría de sí la noche en el Fiestódromo ubicado en la avenida de Levante. Los piratas del Colegio Mariano Suárez, los pollitos del Colegio de La Asunción, pingüinos del Colegio de Santa Ana, los emoticonos de whatsapp del Colegio de San Francisco, la tribu india de la asociación de vecinos del Barrio de San Antón junto a la de San Fermín, animales varios por doquier, mayorettes, los mosqueteros de Aspajunide, mariposas, los tamborvinos del Comité Organizador de las Jornadas Nacionales, Parchilandia, lacasitos, egipcios, buceadores, novias a la fuga y lámparas de noche cuál medusas. No hay que olvidar este año la puesta en escena de la Cofradía de San Pablo Iglesias cuyo cortejo cerraba el mismísimo alcalde de la localidad.

CARROZA DE LA MUSA

Una de las atracciones fue la espectacular carroza con cisnes incluidos en la que iba destacada la Musa del Carnaval, Mónica Carcelén Medina, aunque cierto es que iba un poco sola en ella y no llevaba ningún tipo de cortejo en la misma. Por otra parte, se presupone que tanto la carroza de la Musa, como el espectáculo en dónde iba el Muso del Carnaval, Alejandro Corbalán, debieran haber ido cerrando el desfile, algo que no se entendió por buena parte del público.

CONCURSO DE DISFRACES

En entredicho quedó el concurso de disfraces del Fiestódromo, al que el público abucheaba con un “tongo, tongo”, en desacuerdo con los criterios de valoración que ni siquiera hay publicados, ni se conoce a los miembros del jurado. El concejal Antonio Valero, ha pedido disculpas a la Academia de Conchi Marín, que no pudo desfilar por problemas de sonido y las alumnas apenas si pudieron realizar un mínimo tramo con su coreografía.