Muchos menos fueron los que acompañaron a la imagen en su camino de retorno
Los asistentes disfrutaron de gachamigas, fritillas y paellas gigantes
Transcurridas ya varias semanas desde que finalizó la Fiesta de la Vendimia, el Niño de las Uvas ha regresado a su morada habitual y como siempre lo ha hecho en su Romería y rodeado de decenas de peñeros. El cortejo, formado por una pequeña representación de componentes de catorce peñas, encabezados por los Vendimiadores Mayores e Infantiles partió a las ocho de la mañana desde la sede de la Federación de Peñas.
Como es tradicional, la comitiva al completo se fotografió en primer lugar en la Plaza de la Constitución y más adelante en la puerta de la Ermita de San Agustín, para después emprender el camino hasta la recientemente remodelada Santa Ana la Vieja, donde arribaron alrededor de las diez de la mañana y ya les esperaban varias peñas con gachamigas y fritillas para ofrecer avituallamiento a los caminantes.
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