Las cinco categorías de la Barbudico tenían sus dificultades en el itinerario que había que recorrer y completar, desde el ascenso al cerro del Castillo, donde tomaban contacto con la montaña, hasta las pendientes de las calles y tramos de escaleras antes de llegar a la meta
LOLA TOMÁS
La Barbudo Traill arrancaba su octava edición en una soleada mañana del sábado 5 de noviembre.
La delantera, la tomaron 210 atletas ‘barbudicos’, que fueron los encargados de‘calentar motores y abrir el camino a la prueba reina que se celebraría después.
Desde primera hora de la mañana la Plaza de Arriba fue tomada literalmente por más de dos centenares de pequeños pero grandes deportistas, que en las diferentes categorías volaron literalmente desde la salida hasta la meta para lograr su mejor marca personal.
El primer puesto del pódium en Chupetín fue para Helena Pérez Olivares y Rubén Pérez Ruiz; en Pre-Benjamín subieron al primer cajón Elena Carcelén Romero y Leo Calero Ruiz; en Benjamín Ángela Mateo Tomás y Alejandro Pérez Mateo; en Alevín destacaron Elena Mira Chavaloy y Marcos Martínez Cutillas y por último en Infantil subieron al pódium Leyre Pérez Santa, Beatriz Pérez Mateo, Jimena Cutillas Sánchez y María Jesús Sánchez García.
En general, todos los clasificados hicieron una excelente carrera, más larga para los mayores, que ascendía hasta el cerro del Castillo y así entraban en contacto con la montaña y recorrían varias sendas antes de llegar a meta, y la distancia más corta para los más pequeños que recorrían un circuito por calles con pendientes y algún tramo con escaleras.
Duro y entretenido, pero despertando la curiosidad y la diversión en los barbudicos con desniveles típicos del trail.
Salidas emocionantes con Jaime Alfonso el Barbudo y su caballo apoyando a los corredores, rocódromo de entretenimiento y algunos de los pódiums logrados.
La Fundación Síndrome de Dravet instaló un set de venta de artículos para dar visibilidad a la causa y por supuesto, sin los voluntari@s, la organización no habría sido la misma.
