Colaboración Pascual David Muñoz Álamo. Policía y Crimininólogo.
Detrás de cada segundo que avanza sumamos otro segundo para el recuerdo. Así son los días, así son los años, así es nuestra vida. Una vida que no tiene control y cronómetro cuando la inicias, cuando eres una niña o niño que transpiras vitalidad, energía e inocencia, en esa etapa el sudor de tu frente se alivia con la frescura de tu madre y padre que siempre pendientes los encuentras en ti.
Las hojas de los árboles caen a un suelo resbaladizo y complicado que dificulta su pisar, como los años que alcanzas y llegas a un nuevo ciclo, esa adolescencia, ese período de continuos cambios, emociones y sensaciones que experimentas sin tener explicación para comprender.
Tu entorno te condiciona, la sociedad te impone modelos, descubrirlos formará parte de tu esencia y probarás aquello que se legitima entre lo permitivo y lo prohibido, cautivándote siempre aquello que es colocado en otro estante, en aquel que dicen “por tú bien, no lo hagas”.
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Nuestros recuerdos nos traen al presente imágenes de situaciones que creíamos haber perdido y olvidado, pero de forma mágica se vienen con nosotros y hoy pueden ser relatados a los nuestros, quizás sin la tensión del momento vivido o del peligro de entonces, ahora una sonrisa o un chascarrillo pueden definir aquella historia con un final digno de la mejor película de Hollywood.
En cada etapa, en cada ciclo, en cada altura debes vivir tu propia vida. Benjamin Franklin es el autor del dicho “no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy” y no pretendo más que recordarte que exprimas con intensidad y sentido cada instante de esta vida, ya que la fecha de caducidad de cada envase existe y no guardes para después lo que puedas hoy saborear.
Soñamos en ocasiones con los ojos abiertos y así de ese modo no encontramos el verdadero camino, nuestra personalidad, nuestro estilo, las vivencias negativas o positivas nos definen.
Los estudios aportan la información que no conocemos, como la que dice que las personas ancianas yo desde hoy llamaré siempre seniors, visualizan mejor sus experiencias positivas.
Reflexiona, debes analizarte, te invito para que hagas un ejercicio de introspección personal que te faculte a alinearte en los propósitos de tu vida, lo conseguido y lo realizado y lo pendiente y tu futuro. No olvides que no es el pasado el que determina tu presente, ese se conforma saliendo a su encuentro.