Las heroínas de la Revolución de Octubre fueron todo un ejército, y aunque sus nombres se olviden, su entrega vive en la victoria mis­ma de esa revolución y en todas las conquistas y logros de las mu­jeres trabajadoras de la Unión So­viética (Kollontai).

Hoy nos pueden parecer corrien­tes, pero en 1917 fueron pioneras a nivel mundial, abriendo el cami­no a conquistas en otros países.

– Establecimiento de igual salario por igual trabajo, algo revoluciona­rio en la época.

– Incorporación de las mujeres al mundo laboral en todos los secto­res.

– Permiso retribuido por materni­dad y embarazo. Ocho semanas de licencia de maternidad plena­mente remunerada, recesos para la lactancia e instalaciones de descanso en las fábricas, servicios médicos gratuitos antes y después del parto y bonos en efectivo.

– Matrimonio civil.

– Procedimiento de divorcio.

– Extinción de la distinción legal entre hijos legítimos e ilegítimos.

– Licencia menstrual, días de des­canso mensuales para las muje­res. En la historia de la protección a la mujer obrera, la URSS fue pro­bablemente única en esto.

– Legalización por primera vez en el mundo el derecho al aborto, que se realizaba en los hos­pitales de forma gratuita.

-Derecho al voto y ser elegida para cargos públicos.

– Liberación del trabajo doméstico y socialización de las tareas (casas de maternidad, parvularios, jardines de infancia, escuelas, comedores populares, lavanderías populares, centros de reparación de ropa).

– Alfabetización como paso imprescindible para la emancipación

Hoy es necesario

El sistema no se sostiene, moribundo, pretende por todos los medios, cargar el peso de los costes sociales de la crisis sobre los hombros de las mujeres, fomentando su retirada del mercado laboral y su dedicación al cuidado y crianza de las personas.

Reclamar derechos post-franquistas o estados de bienestar es una pérdida de tiempo y energía, pues ni siquiera con éstos, las mujeres trabajadoras habíamos conseguido la igualdad ni en el mundo laboral ni en las principales tareas vitales.

La única salida pasa por tomar conciencia de la situación y organizarnos para defendernos conjuntamente de éstos ataques a la clase trabajadora y las capas populares. Además de trabajar para construir las bases para una nueva sociedad:

Hacer trizas el aparato del estado burgués: Estructura y Superestructura. modelo familia, ideología del amor burgués, estereotipo, cosificación… Ayer fue posible y hoy, 100 años después, se hace necesario. Ser feminista y ser comunista es el modo más cabal de ser mujer y trabajadora en un sistema de explotación que no hemos elegido.

Es adquirir conciencia de nuestra condición de doblemente oprimidas y pasar a la organización de nuestra fuerza revolucionaria para abolir el patriarcado y la familia patriarcal y derrotar al capitalismo. No caben pequeñas parcelitas, todo o la esclavitud.

Para ello es necesario desarrollar un FRENTE OBRERO Y POPULAR POR EL SOCIALISMO al que te invitamos a sumarte.

Organízate con nosotras en el PCPE

Por la derrota del patriarcado

Acabemos con el capitalismo