La Hermandad de la Vera Cruz y Santo Sepulcro celebró el viernes el segundo de los actos programados con motivo del 75 aniversario de la imagen del Yacente, obra de José Planes. En este caso, el catedrático de la Complutense Martín Ortega, y el poeta Salvador Moreno, ambos jumillanos, protagonizaron el acto literario bajo el título, ‘Creación, vida y muerte en el Yacente’, que tuvo como escenario una abarrotada sala de conferencias del Museo de Etnografía Jerónimo Molina.

Tras las palabras de presentación y bienvenida del presidente de la hermandad, Marcial Bernal, y de la concejal de Cultura, Pilar Martínez, tomó la palabra Martín Ortega, que inició su ponencia con una pequeña historia de la imagen del Yacente y de la hermandad, reflexionando sobre todos aquellos que han precedido a los que actualmente son parte del Santo Sepulcro. Igualmente, planteó sus reflexiones sobre la vida y la muerte, defendiendo que aunque la Semana Santa conmemora y recuerda la muerte de Cristo, no tiene porqué ser una fiesta triste, uniendo el colorido de la primavera con los contrastes de la solemnidad de estas celebraciones. Además, no ocultó su emoción por ser parte activa de la hermandad como hermano que participa cada año en la procesión del Viernes Santo por la noche.

Por su parte, Salvador Moreno presentó un magnífico poema donde ensalzó la figura del Cristo Yacente, el silencio de la noche del viernes en la Semana Santa jumillana, la seriedad con la que el pueblo contempla el cortejo y la relación que hay en el arte entre la estética y lo ético.

El poeta jumillano también se refirió en su pregón-poema, al hecho de nacer el mismo año en el que el Cristo Yacente llegó a Jumilla, su etapa de monaguillo en la iglesia de Santiago o su trabajo como arquitecto en la restauración de este tempo donde a lo largo del año está la imagen que este año cumple su 75 aniversario.

Tanto Ortega como Moreno resaltaron su amistad y el hecho de haber sido ambos pregoneros de la Semana Santa de Jumilla en años anteriores.

Al finalizar el acto, un largo aplauso acompañó la entrega de una réplica de la cabeza del Cristo Yacente de Jumilla con la que la hermandad quiso agradecer la colaboración de los dos ponentes.