Mañana viernes, 19 de octubre, se celebra el Día Internacional del Cáncer de Mama, una efeméride impulsada por asociaciones de pacientes de todo el mundo con el objetivo informar y sensibilizar a la población, muy especialmente a las mujeres, que representan más del 99% de los casos diagnosticados, sobre la importancia de la adopción de hábitos de vida saludables como principal vía de prevención y del diagnóstico precoz en la lucha contra esta enfermedad de la que, solo en nuestro país y de acuerdo con los datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), se diagnosticaron 27.747 nuevos casos en el año 2015 y cerca de 1,5 millones en todo el planeta.

El cáncer de mama es la enfermedad oncológica más frecuente en la población femenina y constituye la primera causa de mortalidad por cualquier tumor en mujeres. De hecho, solo en 2015 fue responsable de 521.000 fallecimientos en todo el mundo. Y como alerta la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada 30 segundos se diagnostica un nuevo caso de cáncer de mama en algún lugar del planeta. No en vano, 1 de cada 8 mujeres desarrollará cáncer de mama a lo largo de su vida. La buena noticia es que la supervivencia asociada al tumor ha mejorado de forma muy notable en las últimas cuatro décadas. De hecho, se estima que esta supervivencia crece cada año en torno a un 1,4%. El resultado es que a principios de los años 80, las mujeres diagnosticadas de cáncer de mama tenían unas posibilidades de estar libres de recaída a los 5 años tras el diagnóstico que se situaba en torno al 70%. Pero a día de hoy, esta cifra se aproxima a casi un 90%”.

La lucha frente al cáncer de mama requiere una mayor inversión científica, apoyando los ensayos clínicos, la investigación y la innovación, porque la mayor supervivencia y avanzar en el tratamiento personalizado en oncología se obtienen aplicando nuevos conocimientos, porque todos somos, por desgracia y siendo realistas, posibles pacientes.