La finalidad de este proyecto es conseguir la excelencia en la calidad de su funcionamiento. Pascual Hernández, su director, explicó los detalles de este proyecto de calidad

LOLA TOMAS

Made in Jumilla apostó una semana más por dar voz a otro de los institutos de enseñanza secundaria de la localidad, el Arzobispo Lozano. Entre los varios temas que se trataron, su director, Pascual Jesús Hernández, incidió en la importancia que supone que el centro cuente con la Carta de Servicios al Ciudadano que el pasado 12 de mayo fue publicada en el Boletín Oficial de la Región de Murcia, y el “orgullo” que supone que el Arzobispo Lozano sea el primer centro de la localidad en contar con este recurso.
“Se trata de una aplicación que se hace en las empresas pero adaptada a la enseñanza”, señalaba el director del instituto, y consiste en aprender a evaluar al centro y establecer mecanismos propios para saber qué es lo que se hace, bien, mal, que se podría hacer mejor y cómo detectar todos esos parámetros por parte de alumnos y profesores, para estar en una continua mejora del centro, “conocer tus fortalezas y tus debilidades”, apuntaba Pascual Hernández.


El proyecto surgió hace cuatro años y el proceso ha sido largo porque ha habido que formar al profesorado, algo que se hizo de la mano de Leandro García que actuó en calidad de coordinador. La única finalidad que se persigue con este proyecto es la excelencia en la calidad del funcionamiento del centro, lo que supone una carta de presentación de cara al exterior, donde se recoge la misión del centro, la visión de la educación y los valores que transmite.
El final de curso, la realización de la EBAU y las clases de refuerzo y los escenarios previsibles de la vuelta en septiembre fueron otros de los temas que se trataron en el espacio, que como saben se emite semanalmente en Siete Días Radio y en Telecable Jumilla.

ConfinArte será una exposición que reabrirá el Espacio Cultural Jumilla

El tiempo de confinamiento ha sido muy productivo tanto para alumnos y docentes como para los propios padres e incluso abuelos.
Uno de los desafíos que surgieron de los departamentos de Historia y de Plástica y que ha cuajado ha sido #ConfinArte, cuyo reto consistía según palabras del profesor Bartolomé Medina en “imitar o versionar una obra de arte pictórica, llevamos ya 31 publicados y lo bueno es que ha eclosionado y se ha introducido mucho multiculturalismo y temas relacionados con la igualdad”.