La alcaldesa asegura que las cifras les avalan y que hicieron lo correcto

Los 32.843 m3 de agua gastada de menos suponen un ahorro de más de 38.500 euros

“La obra de construcción del nuevo vaso olímpico de la piscina, ha supuesto un ahorro de agua del 90% este año, con respecto al verano de 2015”, según las palabras de la alcaldesa Juana Guardiola, que comparecía en rueda de prensa junto al concejal de Deportes, Juan Manuel García, para dar a conocer los datos tras finalizar la temporada y cerrarse las instalaciones.

CONSUMO

Según los datos aportados por la primera autoridad local, “el consumo de mantenimiento de aquel verano fue de 36.490 metros cúbicos de agua, mientras que este verano ha sido de 3.647 metros cúbicos, lo que supone que el  ahorro total del periodo ha sido de 32.843 metros cúbicos, cuyo coste económico sería de más de 38.584 euros”.

El consumo de llenado habría sido similar, al contar la instalación en ambas fechas con las mismas medidas.

Ante las “alarmantes pérdidas de agua”, señalaba Guardiola, se unía también el peligro que ello podía suponer para los bañistas, destacaba y finalizaba diciendo, que “como las cifras nos avalan, hicimos lo correcto”.

Por su parte, el concejal Juan Manuel García, ofrecía los datos de asistencia a la piscina, que los situaba en 25.306 personas tras algo más de dos meses de apertura, y que suponen aproximadamente el doble que en los dos últimos años, en los que la instalación se abrió sin el vaso olímpico en marcha.  También contabilizaba un millar de personas más que en 2015, que fue el último año que se abrió a pleno rendimiento.

Por último,  informaba que desde el pasado lunes ya está en servicio la Piscina Municipal Climatizada, que vuelve a contar con distintos cursos y modalidades, además de la posibilidad de nado libre.

“Escalofriantes datos”, tildaba la alcaldesa la pérdida de agua

La alcaldesa de Jumilla, Juana Guardiola, antes de ofrecer los datos del balance del final de la temporada de la piscina olímpica, narró todas las vicisitudes que se encontraron nada más llegar al Ayuntamiento, señalando que el vaso olímpico estaba ya dispuesto para su uso, y que no fue hasta el final de la temporada de 2015, cuando a través de un informe de Aguas de Jumilla se ponían sobre la mesa los “datos escalofriantes” acerca de la pérdida de agua de la piscina, con el consiguiente peligro para los bañistas. “La voluntad del nuevo vaso se mostró de manera determinante y se optó por lo que había que hacer, que era renovar el vaso olímpico”.