Un estadio en el que el FC Jumilla no conoce la derrota en Segunda División B

El FC Jumilla se consagró ayer en La Condomina gracias al gol de Gregori Díaz a tres minutos del final, que colocó el definitivo 1-2 en el luminoso. Si hay un estadio fetiche para los vinícolas ese es el del UCAM, donde también ganaron el año pasado y donde todavía no han perdido en sus tres comparecencias en la categoría de bronce. Allí, el curso pasado, también el equipo entonces entrenado por Pato fue capaz de llevarse la victoria (0-1); mientras que en la 2016/17 no hubo derbi al militar el UCAM en Segunda División. El primer precedente en la categoría de bronce data de la 2015/16, en la que los vinícolas arrancaron un empate a uno del feudo universitario, con Josico en el banquillo.

EL FC JUMILLA FUE MEJOR

El equipo de Leonel Pontes disputó sus mejores minutos de la temporada durante un primer tiempo en el que fue muy superior al conjunto universitario. El balón era de los jumillanos, y también las ocasiones. Avisó el Jumilla por medio de Aaron Simpson, Peke y Ming Yang Yang, cuyos disparos se fueron desviados por poco. También Manolo, que estrelló un lanzamiento de falta en el larguero. Era el preludio del gol, porque en el minuto 35 Bouba robaba un balón en defensa para encarar a Curro Harillo y abrir el marcador.

Tras el descanso el Jumilla no le perdió la cara al partido, tratando de sentenciar a la contra. Pero el UCAM reaccionó, y aunque no enarbolaban grandes jugadas, sí lograron su objetivo al saque de un córner que Britos transformó en el empate a uno.

El reparto de puntos en La Condomina no hubiera sido un mal resultado, pero los vinícolas querían la victoria como recompensa a su gran actuación. Y la consiguieron con el tiempo casi cumplido con el gol de Diego Gregori, que disputaba sus primeros minutos del curso, y cuyo disparo lejano despistó al portero del UCAM, que dejó pasar el balón creyendo que iba fuera. No fue así, y el grosero error de Harillo le costó la derrota a los universitarios, que rompían así una racha de cuatro victorias seguidas.