Extraordinaria rentabilidad de los vinícolas, que además son el equipo menos goleado de Segunda B, junto con Melilla, Racing y Albacete

Los siete tantos anotados han reportado catorce puntos

01Que el FC Jumilla está siendo la revelación de la temporada no se le escapa a nadie. Por trayectoria, por presupuesto y por historia, hay otros muchos equipos en el grupo 4 a los que les tocaría estar por delante. Pero esto es fútbol, un deporte en el que se puede esperar cualquier cosa y en el que, este curso, cada balón que los vinícolas introducen en las redes del rival vale su peso en oro.

En la jornada 7 de la temporada 2015/16, los blanquiazules eran penúltimos con tres puntos en su casillero y cinco goles a favor. Y esta campaña, con solo dos goles anotados más, la situación es radicalmente distinta. Siete tantos, catorce puntos. La cuenta sale fácil: dos por gol anotado. La eficacia de las dianas de los vinícolas está rompiendo los esquemas de los más escépticos. Al Jumilla le hace falta muy poco para ganar y todo esto, evidentemente, está auspiciado también por la gran labor defensiva realizada por los de Pichi Lucas.

La disciplina táctica y el acierto a balón parado están siendo las claves que explican el tercer puesto que ahora mismo ocupa en la tabla. Con solo dos goles encajados, el Jumilla cuenta con una de las defensas más sólida de la categoría de bronce. Solo el Melilla (cuarto en el grupo 4), el Albacete (segundo en el grupo 2) y el Racing de Santander (líder del grupo 1), pueden decir lo mismo. Pero es que además los centrales de Pichi Lucas golean. Al margen de ser una de las parejas que mejor funciona defensivamente, Neftalí y Robles han anotado dos goles cada uno, todos ellos de cabeza en jugadas a balón parado.

Y es que el Jumilla ha encontrado una columna vertebral de garantías, gracias en parte al nutrido grupo de futbolistas descartados del UCAM Murcia tras el ascenso de este pasado verano, y que recalaron en la ciudad del vino para  convertirse en imprescindibles. Jero ya es un fijo en la portería, sobre todo tras sus buenas intervenciones en el Nuevo Colombino, y esta última semana en casa contra el Linares. Y por delante de los ya citados Neftalí y Robles, Manolo y Julio de Dios se acoplan como el engranaje de un reloj para medir a su antojo los tiempos de los partidos. También merece mención la labor de Jorge Perona en la mediapunta, ya que de sus botas han salido cinco de los siete goles de los vinícolas. Por último, el nueve de los de La Hoya es Titi, que ya lleva dos tantos en su cuenta particular.