No hemos podido celebrar la primera Semana Santa de Jumilla con el título de Interés Turístico Internacional debido a esta maldita pandemia que estamos atravesando en el mundo y de la que por supuesto, Jumilla no es ajena. Pero como a nosotros nos encanta celebrarlo todo, pues en esta edición conmemoramos que ahora hace justamente un año desde que la Secretaría de Estado de Turismo comunicaba la concesión de tan ansiada distinción y por ello, además de un breve texto de introducción, publicamos las valoraciones de la mayoría de presidentes que integran la Junta Central de Hermandades donde cuentan sus primeras impresiones y sentimientos a este respecto.


Hablar de la Semana Santa de Jumilla es hacerlo de la gran fiesta de un pueblo que se une en torno a una celebración que hace que la ciudad se transforme y que suponga un importante espaldarazo a la economía local.
Por ello, una vez que ya se ha hecho oficial que las fiestas patronales han quedado suspendidas y que otro de los grandes meses del año para Jumilla, como es el de agosto, también ha sido desmantelado por el dichoso coronavirus, las cofradías y hermandades jumillanas tienen que poner más empeño que nunca en esa idea inicial de celebrar un fin de semana que sirva para conmemorar y agradecer la distinción de Interés Turístico Internacional, algo que humildemente creo que el colectivo semanasantero le debe a su pueblo, que sin duda son el principal pilar de todo.
Después de la efervescencia inicial, donde parecía seguro que aunque en 2020 nos habíamos quedado sin Semana Santa, no nos íbamos a quedar sin ver capuruchos en la calle, como se suele decir, el tiempo lo cura todo, y cuando pasa ese tiempo, todo se va olvidando, por lo que ahora ya no es tan unánime la idea de hacer una conmemoración especial, algo que se sumará al mazazo que sufren comerciantes y hosteleros.
De momento, recordemos el primer aniversario desde que se otorgó el título de Interés Turístico Internacional para la Semana Santa de Jumilla, y crucemos los dedos para que a finales de septiembre o en octubre, en ambiente de único de esos días en las calles de toda la ciudad, se pueda volver a vivir con intensidad.