El techo de infantil del Príncipe Felipe y la sala de calderas del Mariano Suárez

Además se ha contratado la inspección de las instalaciones petrolíferas del Colegio la Asunción

Por parte de la Consejería de Educación y Universidades se están acometiendo las inversiones en la techumbre del edificio que alberga las aulas de Educación Infantil del Colegio de enseñanza Primaria e Infantil, Príncipe Felipe, que presenta problemas de goteras desde hace tiempo y que ha provocado en varias ocasiones problemas para el desarrollo normal de las clases y diferentes protestas de la dirección del centro y de asociación de padres y madres.

La reparación de la cubierta está siendo integral, por lo que quedará solucionado el problema.

Igualmente, se están llevando a cabo obras de inversión por parte de la Consejería de Educación en el Colegio Mariano Suárez, en este caso relacionadas con la calefacción, sustituyéndose la caldera de gasoil por una de gas natural.

Por su parte, el Ayuntamiento de Jumilla asume en este centro escolar como mantenimiento el arreglo de la instalación eléctrica de esta sala de calderas.

El consistorio local ha contratado, además, la inspección reglamentada de las instalaciones petrolíferas del Colegio Nuestra Señora de la Asunción con el objetivo de certificar el estado de su caldera y aclarar el origen de los olores que se produjeron hace unas semanas.

También, se renovó la pasada semana el arenero del patio del Colegio Miguel Hernández.

Todas estas actuaciones han sido planificadas, aprovechando el parón escolar con motivo de las vacaciones de Navidad, para evitar que su ejecución interfiera en la actividad escolar.

Las protestas de los padres del Príncipe Felipe dan sus frutos

A principio de este curso 2016-17, los problemas con las goteras en las tres aulas del edificio de Infantil del CEIP Príncipe Felipe eran tan evidentes, que las protestas por parte de la dirección y el profesorado del centro, así como de la asociación de padres y madres de alumnos, que se escudaron en el informe del Ayuntamiento en el que se hacía saber que la instalación era insalubre y desaconsejaba el acceso de los alumnos, provocó que la propia consejera de educación, acompañara a los técnicos a visitar el colegio y valorar la avería para finalmente asumir su reparación.