A lo largo del año, son varios los grupos de alumnos de los colegios de Jumilla que visitan nuestra redacción, y como suele ser lógico en los niños, cuando termina la visita, no faltan los que aseguran querer ser periodistas de mayores, argumentando que es un trabajo ‘muy chulo’. Y efectivamente, a los chicos y chicas siempre les decimos que se trata de una profesión muy gratificante pero que también tiene unos horarios y jornadas de trabajo muy particulares. Precisamente, cuando llegan las fiestas es cuando más de manifiesto se pone este tipo de ‘inconvenientes’. Estamos en Semana Santa, días, para la mayoría, de disfrute y de descanso y sin embargo para profesiones como la nuestra, o por ejemplo, el sector de la restauración, son jornadas de un trabajo intenso y de intentar combinarlo con ratos de ocio, con la familia y con los amigos.

Nuestro oficio es absolutamente vocacional y nos satisface enormemente aunque todos estén de fiesta y nosotros liados con las procesiones infantiles de todos los centros escolares de Jumilla, dando la oportuna cobertura a los traslados, recogiendo las sonrisas de los pequeños en la Procesión de las Palmas o la devoción de un pueblo al recibir al Cristo.

Pero por si esto fuera poco, en Siete Días redoblamos esfuerzos y siempre queremos ofrecer más. Por ello, de nuevo, hemos vuelto a realizar la retransmisión en directo por la radio de “El Prendimiento” y nuestro ya tradicional programa de Jueves Santo desde el Jardín de La Glorieta, coincidiendo con el concierto de la banda Julián Santos. Además, ofrecimos en directo el pregón de José Alberto Cánovas y todo ello, siendo posible gracias al patrocinio de Central Quesera Montesinos, el Consejo Regulador DOP Vinos Jumilla, la Junta Central de Hermandades y el Ayuntamiento.

Igualmente, en esta edición nos unimos al 25 aniversario del Cristo de las Cinco Llagas de la Cofradía de Jesús Nazareno con la entrega gratuita de una lámina conmemorativa.

La Semana Santa llega a su ecuador y hoy empezamos con lo bueno, los días grandes, aunque la caprichosa meteorología querrá los vivamos mirando al cielo y a las nubes.