El valor de lo estafado asciende a más de 10.000 euros y no se descartan que existan más perjudicados, por lo que la investigación continúa abierta. El detenido y las diligencias instruidas, han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de Jumilla.
La Guardia Civil de la Región de Murcia ha desarrollado una investigación dirigida a esclarecer unas supuestas estafas, cometidas a través de una correduría de seguros de Jumilla, fruto de la cual ha sido detenida una persona como presunta autora de delito continuado de estafa. Hasta el momento se ha identificado a medio centenar de perjudicados, aunque no se descarta que se existan más casos.
La investigación se inició cuando un ciudadano denunció ante la Guardia Civil un supuesto fraude en la contratación de la póliza de seguro de su vehículo, a través de una correduría sita en el municipio de Jumilla.
La alarma saltó cuando el perjudicado fue informado por una patrulla del Cuerpo, de que carecía del seguro obligatorio de su vehículo, momento en que averiguó que la póliza que había contratado, no había sido dada de alta por la compañía aseguradora por falta de pago.
A través de esta primera víctima, los investigadores averiguaron que la contratación del seguro se realizó por mediación de un agente de seguros, que contaba con una oficina en el municipio, desde donde gestionaba la contratación de pólizas con una conocida y prestigiosa compañía aseguradora.
Colaboración de la compañía aseguradora
La Guardia Civil contactó con esta mercantil, que colaboró en la identificación de otras supuestas víctimas, con la aportación de cerca de 600 expedientes que fueron analizados por la Benemérita, lo que permitió detectar medio centenar de clientes que, a través de la correduría de Jumilla investigada, habían contratado pólizas que nunca fueron dadas de alta.
El modus operandi empleado consistía en la selección de clientes, principalmente ciudadanos extranjeros con escasos recursos económicos, a los que ofrecía jugosas pólizas. Algunos de ellos se encontraban en la comarca realizando trabajos agrícolas, como temporeros, por lo que su localización, dispersa por el territorio nacional, ha dificultado la investigación.
Al parecer, el ahora detenido cobraba en metálico para evitar ingresos bancarios que dieran fe de la transacción económica. El cliente obtenía el contrato de seguro, pero el dinero no llegaba a la compañía aseguradora por lo que, pasado el correspondiente periodo de cortesía, era dado de baja.
Los perjudicados, tras abonar la cuota correspondiente, se mantenían en la creencia de estar en posesión de un seguro en vigor hasta que, por cualquier necesidad sobrevenida, al presentar partes por accidente o reclamar otros servicios garantizados en el contrato, averiguaban que su vehículo no estaba asegurado.
Según se desprende de la investigación, el ahora detenido llegó a asegurar un vehículo cuando su propietario reclamó una incidencia para evitar que detectara el engaño.
El fraude superaría los 10.000 euros
Se estima que el perjuicio económico causado a las víctimas, tanto por el abono de pólizas fraudulentas como por los gastos derivados del auxilio prestado por servicios de grúa, multas por ausencia del seguro obligatorio, etc, asciende a más de 10.000 euros. Además y debido a este engaño, la imagen corporativa de la compañía aseguradora se ha visto perjudicada.
Una vez recabadas las declaraciones de los perjudicados y reunida la documentación necesaria, la Guardia Civil ha detenido a una persona –varón, española, de 38 años y vecina de Jumilla– como presunta autora de delito continuado de estafa.