La victoria significaba neutralizar al tercero. La jugada no merecía tal castigo y llegó dos minutos después de cumplirse el tiempo de prolongación.

J. J. Melero

Indignación razonable en el Jumilla ACF Transricomur por los dos puntos que volaron el domingo del Uva Monastrell.
La jugada ocurrió en el minuto 97, dos por encima de los cinco de prolongación que había decretado el colegiado del encuentro. Musta cortó dentro del área una jugada de ataque del Esparragal, en la que claramente despeja el balón, pero el árbitro señala penalti.


El lanzamiento supuso el 2-2, que impedía que la victoria se quedara en casa y con ello neutralizar al tercer clasificado, el Zeneta, que había perdido el sábado. Un mazazo psicológico para los de Jesús Guardia, que ya tocaban con la punta de los dedos el objetivo de la semana.
En el resto del partido ya tuvieron remontar el gol visitante logrado en la primera mitad. Pero dos tantos de Jeferson y Gonzalo le habían dado la vuelta al choque. Incluso pudo haber sentenciado el Jumilla.
“Ahora no queda otra que seguir trabajando para sacar adelante los cuatro choques que restan como si fueran cuatro finales”, ha asegurado Jesús Guardia durante la semana.
Este fin de semana toca visitar al Ceutí, que es 14º en la clasificación.