El 25 de Noviembre, día internacional de la lucha por la eliminación de la violencia contra las mujeres, las comunistas del PCPE denunciamos la violencia de género como el grado más extremo de la larga serie de discriminaciones e injusticias que sufrimos las mujeres en el sistema capitalista, un sistema basado en la violencia como método de apropiación de recursos y cuerpos.

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Esta violencia sustentada en la división sexual del trabajo, en los diferente reparto de roles de género e inferioridad de la mujer en las posiciones de poder, está impuesta desde la ideología patriarcal, en la que el capitalismo se apoya pues le es muy útil someter a la mitad de la clase obrera.

Denunciamos por tanto, no sólo la violencia física sino también la violencia ejercida por la explotación, la discriminación salarial en el trabajo, el acoso laboral y sexual en los centros de trabajo, de estudios, en los hogares…. La violencia económica contra las trabajadoras es rentable, porque nos coloca en una posición de subordinación y de exposición a la violencia, en condiciones de mayor vulnerabilidad.

Las trabajadoras compartimos con el conjunto de la clase obrera la explotación intrínseca a la contradicción principal capital-trabajo pero además asumimos la responsabilidad de los cuidados y la reproducción de la clase, creándose las bases materiales para sufrir en mayor medida la opresión y la violencia machista. Esta violencia tiene múltiples expresiones a nivel mundial, siendo la forma más extendida la violencia en el ámbito de la pareja.

Son muchas las mujeres que viven atenazadas por el miedo, la violencia y bajo el control de sus parejas y añadida a esta realidad, la precariedad, el paro, la desprotección social, la feminización de la pobreza colocan a las mujeres en situación de absoluta subordinación y esclavitud. El número de mujeres asesinadas, las palizas, los acosos aumentan todos los años no así las denuncias y las órdenes de alejamiento.

Hasta el 20 de octubre de 2016, según los datos oficiales, el número de víctimas por violencia de género asciende a treinta y cinco, de las cuales únicamente 12 habían presentado denuncia previamente. Cinco, de estas mujeres retiraron la denuncia. Pero esas son cifras que contabilizan única y exclusivamente la violencia de parejas o ex parejas, quedando fuera de las estadísticas la violencia de ámbitos públicos, privados o laborales y cuyas víctimas no tiene esa relación de parentesco.

Seguiremos viendo cómo se definen los tipos de violencia hacia las mujeres, poniéndoles nombres, catalogando y clasificando, elaborando leyes vacías de voluntad política, contabilizando mujeres muertas…

Pero los altos niveles de explotación de nuestra desvalorizada fuerza de trabajo de la que se beneficia el capitalismo en crisis hace que, para una vida libre de violencia, ineludiblemente haya que adquirir conciencia de nuestra condición de doblemente oprimidas y pasar a la organización de nuestra fuerza revolucionaria para cambiar esta realidad.

La lucha de la mujer trabajadora, no puede estar bajo pabellón ajeno, y dirigirse desde las instituciones y las organizaciones interclasistas, pues no se va a la raíz del problema, se disfraza y se acaban haciendo procesiones silenciosas. Es la clase obrera la que tiene que liderar esta lucha.

No podemos consentir que la sobreexplotación que padecemos imposibilite nuestra participación social y política. Es deber de las organizaciones revolucionarias plantear la organización de las mujeres y de la clase, con una política de género en lucha frontal con el sistema capitalista y con su aliado el patriarcado.

Organicémonos con el resto de la clase obrera contra la violencia patriarcal y la violencia capitalista. Luchemos contra la violencia que este sistema ejerce contra nosotras en sus múltiples formas, y construyamos como clase obrera que somos una nueva sociedad que elimine toda forma de opresión y explotación, la sociedad de seres libres y plenos, la sociedad comunista.

 ¡NI VÍCTIMAS, NI SUMISAS!

¡MUJER, ORGANÍZATE EN TU PUESTO DE TRABAJO, EN EL BARRIO, EN EL SINDICATO, EN EL PARTIDO COMUNISTA!

 

¡POR EL FIN DE LA VIOLENCIA CAPITALISTA Y PATRIARCAL!

NINGUNA AGRESIÓN SIN RESPUESTA POR UNA SOCIEDAD SIN EXPLOTACIÓN NI OPRESIÓN.

 

Enlace de noticia: http://pcpe.es/index.php/comite-central/item/2147484987-25n-25-noviembre-ni-victimas-ni-sumisas?platform=hootsuite