Los integrantes de las 22 peñas participantes repartieron alrededor de 70.000 litros de vino y 50.000 de sangría
Mari Carmen Cañete
Las altas temperaturas no pudieron con las ganas de diversión de los miles de personas que participaron y presenciaron la Gran Cabalgata del Vino de Jumilla. La alegría se desbordó en este desfile con el que se pone el broche de oro a las Fiestas de la Vendimia.
Un año más, la ciudad se tiñó de morado con los cerca de 70.000 litros de vino y 50.000 de sangría que repartieron los integrantes de las 22 peñas participantes. Jumillanos y visitantes, venidos de todos los puntos de España y de otros países, se dieron cita por las calles de la localidad para disfrutar del acto más multitudinario de los que organiza la Federación de Peñas. Todos, público y peñeros, empezaban con sus atuendos impolutos, cuyo color, poco a poco, se iba convirtiendo en el morado del preciado líquido por el que se conoce a Jumilla en el mundo entero.
A lo largo del recorrido, los peñeros y peñeras fueron repartiendo vino y sangría y también ‘regando’ a los que presenciaban el desfile. Lo hicieron con todo tipo de artilugios, botellas, pistolas de agua y mangueras, los había con botas de vino y jarras, incluso directamente desde los bidones.
Preventivo y limpieza
Para velar por la seguridad de los presentes, se organizó un dispositivo integrado por cerca de un centenar de efectivos, entre sanitarios y de seguridad. De esta forma, según informó la concejal de Seguridad Ciudadana Raquel Ruescas, en el preventivo trabajaron cerca de una veintena de efectivos de Guardia Civil, algunos venidos de otras poblaciones, así como 35 agentes de la Policía Local de Jumilla (un incremento del 60%). Igualmente se contó con 4 miembros del Cuerpo de Bomberos y 20 voluntarios de Protección Civil de agrupaciones de Jumilla, Alhama y Yecla. Estuvo también activo del dron con videovigilancia.
En materia sanitaria, trabajaron en el dispositivo cerca de 20 personas, integrantes de Cruz Roja y en el mismo se dispuso de varios vehículos: Una ambulancia de soporte vital avanzado, con dos técnicos, un médico y un enfermero, otra dos de soporte vital básico, con dos técnicos, un vehículo sanitario en movimiento y otra ambulancia más de reserva. Además, el Centro de Salud contó con el 061, la unidad del SUAP, más un segundo equipo SUAP y la UME 17. También estas fiestas hubo controles de alcohol y drogas en las entradas a Jumilla, con efectivos de la Guardia Civil de Tráfico y miembros de la Unidad Canina.
Nada más concluir la Gran Cabalgata del Vino se puso en marcha un amplio despliegue de limpieza, integrado por 30 operarios, entre la plantilla municipal y un refuerzo externo. Asimismo, la fuente de la plaza del Camionero fue vaciada de agua y se colocaron vallas. Además, se instalaron duchas en el patio del Mercado para aquellos que necesitaron de este servicio.