Editorial
La Feria de Jumilla, de todos es sabido, que se celebran en torno a la Patrona, la Virgen de la Asunción y todos los actos organizados y desarrollados por el Ayuntamiento y los colectivos festeros se llevan a cabo bajo la denominación de Fiestas Patronales. Muchos son los que desarrolla la Cofradía previos a la feria y otros tantos dentro de los diez días propios de estas celebraciones, en particular, en su día grande, el 15 de agosto.
Uno de estos es la Ofrenda de Flores a la imagen de Nuestra Señora de la Asunción y, también es una obviedad que a nadie se le escapa, que este acto va descendiendo en participación, tanto de personas que toman parte activa en el desfile, como de jumillanos que salen a presenciarlo. Quizá sería el momento de plantearse revisar esta actividad que debe ser una de las destacadas de las fiestas. Uno de esos cambios podría ser trasladar la Ofrenda a la Patrona a la programación de la semana de feria, como se hacía antaño.
Gracias a los programas que Telejumilla está emitiendo en estas fechas, se comprueba que hace un par de décadas este desfile contaba con una participación masiva de grandes y pequeños integrantes de peñas, de colectivos, de asociación de moros y cristianos, de la propia Cofradía de la Virgen y de jumillanos en general. Incluso en la última emisión que tuve la ocasión de ver hace un par de días, que si no me equivoco era del año 2001, participaban las dos bandas de música de la localidad y también alguna venida de fuera. También se observaba que los jumillanos y jumillanas salían a la calle masivamente a presenciar el recorrido.
Pues bien, como decía, con el fin de intentar recuperar esa participación, se podría establecer la Ofrenda de Flores a la Patrona, por ejemplo, el lunes de feria que, en principio, no suele haber ningún desfile por parte de otros colectivos. Incluso, un acortamiento del itinerario sería una opción interesante, por ejemplo, que el desfile partiera desde el Teatro Vico hasta la iglesia de Santiago.
Es cierto que desde hace unos años esta ofrenda cuenta con la participación de algunas delegaciones festeras de poblaciones cercanas, pero es igual de cierto que, en los últimos años, este acto se queda pobre de participantes y de público. Cuando esto pasa, en éste o en cualquier otra actividad, hay que pararse, analizar y plantearse cambios que mejoren el acto en el que tanto trabajo invierten los organizadores.