Con la participación de miles de peñeros y peñeras y mucho público.

Las carrozas mostraron escenas relacionadas con el vino y monumentos.

Mari Carmen Cañete Vera

Jumilla rememoró, un año más, los años pasados y los orígenes de la vitivinicultura. Fue en la Cabalgata Tradicional en la que tomaron parte miles de peñeros y peñeras pertenecientes a un total de 24 colectivos que, con sus charangas, llenaron de música, alegría y diversión las calles de Jumilla repletas de público.


A lo largo del recorrido, los participantes fueron repartiendo entre los asistentes sangría, vino de la tierra donado por distintas bodegas, así como dulces y productos típicos de la ciudad. Peñeros y peñeras de todas las edades, ataviados con el traje de faena, y que compartieron entre jumillanos y visitantes, el sabor de la Jumilla de antaño.


El vino es servido en jarras de barro o las típicas botas de cuero, como manda la tradición y como lo hacían nuestros antepasados.

Momentos y motivos relacionados con el vino

En esta Cabalgata Tradicional se pudo ver la representación de distintos momentos y motivos relacionados con el proceso de elaboración del vino, así como edificios emblemáticos de la localidad.


Entre otras desfilaron carrozas con pisaores gigantes, pisando la uva en un lagar, una romana antigua, una gran botella de vino monastrell, una escena con el Dios Baco, una cepa de gran tamaño, con botijo, una reproducción del monumento funerario El Casón, el antiguo Teatro Vico, un zagalejo jumillano o una estampa típica rural.