En clave de sol by Gustavo López

La política se desarrolla la mayoría de las veces como una partida de cartas, donde los jugadores son los partidos y cada uno va poniendo sobre la mesa la jugada que considera más conveniente. Es decir, cada uno juega sus cartas como considera y dentro de lo que las bases le permitan.
Así, muchas veces criticamos, yo el primero, que los partidos minoritarios, ya sean nacionales o autonómicos, hagan pasar por el aro a los que gobiernan, habiendo de esto ejemplos de todos los colores y para todos los gustos. Porque pasa a nivel nacional, y sino que lo digan a Pedro Sánchez. Sucede en las autonomías, algo de lo que puede dar fe por ejemplo López Miras para conformar su gobierno con Ciudadanos en la anterior legislatura, o con Vox en el inicio de esta en la que estamos. Pero también hay otros casos en Castilla León, Extremadura y alguno más, donde el patrón siempre es el mismo.
A nivel local qué les voy a contar, después de lo vivido esta pasada semana, donde cada cual ha actuado en base a la mano de cartas que le tocó en su momento cuando se repartió la baraja.


Así son las cosas y así hay que tomarlas, y aunque algunas veces la ciudadanía no entendamos lo que pasa o cómo se actúa, lo cierto es que en esta particular partida de cartas, muchas veces las jugadas se hacen como respuesta o en consecuencia a otras anteriores. Y me explico: que todos los santos tienen octava, de aquellos polvos estos lodos, siembra vientos y tendrás tempestades y al final, panes prestados y por lo tanto, devueltos.
Esta misma semana, el presidente de Vox a nivel nacional, Santiago Abascal, ha advertido al PP de que si alcanza un acuerdo para reformar la Ley de Extranjería con el PSOE difícilmente podrá su partido apoyar los presupuestos autonómicos para 2025 en las comunidades en las que gobiernan los populares, entre ellas en la Región de Murcia y otras seis más que gobiernan en minoría.
Y es que la mayoría absoluta te da unas opciones, y en el resto de resultados lo que vale en la suma. Por eso, hay casos en los que no incluso no gobiernan los que ganan, sino lo que consiguen los números, dando la vuelta a Ayuntamientos, parlamentos autonómicos e incluso pasa esto en la Moncloa.
En ninguno de los casos debemos de olvidar que siempre y cuando no se haga ‘marrulla’ y se respeten las bases y normas, la partida se dará por buena, por más que fastidie o no lleguemos a entender.