La empresa jumillana Construcciones Euloman S.L. está llevando a cabo la primera fase de las obras de adecuación

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Con el proyecto de Marisa Gil en la mano, Manuel Alonso da cuenta de las principales reformas que se están acometiendo 

Las obras del asilo de Jumilla marchan a muy buen ritmo,  y así lo confirmaba a Siete Días Jumilla, Manuel Alonso, representante de Construcciones Euloman S.L. , que está de supervisor de las mismas y al frente de cuya empresa se sitúa su hijo Eulogio Alonso.

El 25 de agosto se iniciaba una de las fases que se acometerán para adecuar las estancias a la normativa que exige la ley en este tipo de residencias, y que consiste principalmente en la adecuación de la planta baja, donde se van a instalar por una parte las dependencias administrativas, el archivo y el despacho del futuro gerente, y por otro lado   se está adecuando una zona clínica para despachos de médicos, enfermeros y ATS.

En la planta primera se están rehaciendo de nuevo las habitaciones junto a los aseos correspondientes, también con las medidas y dimensiones que establece la nueva normativa de residencias de ancianos.

Antes de seguir visitando las obras, Manuel Alonso, destaca la excelente calidad de la obra anterior en los 5.600 metros cuadrados de los que consta el edificio, repartidos entre la planta baja y una primera y otra zona abuhardillada, además de un amplio sótano, que recordaba que es donde tradicionalmente se instalaba el Belén por parte de las monjas.

El quid de la cuestión, por el que se acometieron las obras, recuerda el maestro Alonso, fue ni más ni menos que porque la obra antigua no se adaptaba a las dimensiones de la nueva normativa, y ponía por ejemplo que ahora para cada dos habitaciones habrá un aseo adaptado incluso para dependientes y minusválidos.

LABOR DEL OBISPADO

La amena conversación con Manuel Alonso dio también para hablar de la labor que ha desempeñado en toda esta obra, el obispo de la Diócesis de Cartagena, José Manuel Lorca Planes y lo destaca como principal promotor de la misma, sin olvidar además el papel de  Antonio León, vicario económico,  al que Alonso considera una pieza fundamental en las negociaciones, conversaciones y posterior finiquito de todo, aunque por enfermedad, tuvo que retirarse antes. Igualmente destaca la buena predisposición tanto de la corporación saliente, como la labor de la alcaldesa, ya que ambos dirigentes en las distintas etapas que les tocó vivir, estuvieron al tanto en todo momento de las negociaciones.

Reportaje al completo en la edición impresa de Siete Días Jumilla