Mario Ortuño Gelardo. Director de la escuela y la banda de la Asociación Amigos de la Música durante los últimos 7 años
Hoy se despide en el Festival de Bandas y ahora continuará dirigiendo a la banda de Beniaján
Llegó a Jumilla procedente de Catral hace siete años y fue para dirigir la banda de la Asociación Jumillana Amigos de la Música. Ahora inicia una nueva etapa y se marcha a Beniaján a dirigir también su banda. Es director de orquesta y saxofonista y entre sus proyectos se plantea continuar estudiando, ya que considera que “para ser un buen músico no se debe dejar de estudiar jamás”. Es Mario Ortuño Gelardo y con motivo de su marcha, Siete Días ha mantenido una entrevista con él donde, entre otras muchas cosas, ha reconocido que en Jumilla ha conocido a mucha gente, ha aprendido también mucho y ha tenido la oportunidad de crecer profesionalmente, con grandes retos y proyectos de los que se siente muy orgulloso.
DIRIGIÓ CON 18 AÑOS
Comenzó a estudiar música en la banda de su pueblo, Catral. Siendo saxofonista se acercó a los compositores clásicos y a la vez, al ser un instrumento relativamente moderno, descubrió que estos grandes compositores no escribieron para él, por lo que decidió cambiar su especialidad y estudiar dirección de orquesta, hasta que en su ciudad le dieron la oportunidad de, con tan solo 18 años, dirigir la banda juvenil, compaginando esta tarea con sus estudios de saxofón en el Conservatorio Superior de Música donde conoció a David Abellán, con el que, desde entonces le une una gran amistad.
INICIOS JUMILLA
De la mano de David Abellán acudió, con su banda de Catral, a su primer festival de bandas juveniles en Jumilla. Poco después Julián Andreu abandonó la banda jumillana y uno de los nombres que apareció en el bombo fue el de Mario Ortuño. Resultó elegido para este fin, director de la escuela y la banda de la Asociación Jumillana Amigos de la Música, de lo que hace ahora siete años. Ahora se marcha y continuará dirigiendo, como viene haciendo desde hace un año, la Agrupación de Beniaján. Para Mario Ortuño es un nuevo ciclo y asegura que a nivel personal necesitaba una cierta estabilidad, centrarse y retomar sus estudios. Afirma que “lo de trabajar dirigiendo está muy bien, pero cuando uno descuida los estudios, lo echa de menos y considero que para ser un buen músico no se debe dejar de estudiar jamás”.
Cree que “a las bandas les viene bien estos cambios, ayuda que venga gente nueva, algo que también motiva mucho”.
BALANCE MUY POSITIVO
De estos siete años, Mario Ortuño hace un balance positivo, tanto por los proyectos que ha tenido la oportunidad de llevar a cabo, como, según asegura, a nivel personal y profesional, “he conocido a mucha gente y he tenido la oportunidad de crecer profesionalmente. Mucho de lo que he aprendido en Jumilla, lo intentaré seguir aportando allá donde vaya en el futuro”. De esta forma, afirma llevarse grandes amigos con los que ha compartido experiencias muy bonitas y enriquecedoras.
En Jumilla además Mario Ortuño se lleva la gran oportunidad de conocer la música del maestro Julián Santos “nunca pude imaginar que un hombre tan desconocido para muchos, tuviera tantísima música escrita y tan bonita”.
En este tiempo, en la Asociación Jumillana Amigos de la Música se han llevado a cabo grandes retos que se han saldado con éxito. Entre otros, la grabación del disco ‘Música y armonía contra el cáncer’, con compositores como Roque Baños y Óscar Navarro, algo que para Mario Ortuño fue “todo un regalo”.
Además, la banda participó en ‘Antología de la Zarzuela’ colaborando con Emilio Serrano y también han llevado a cabo conciertos fuera teniendo escenarios como el Auditorio Víctor Villegas. Pero de lo que, sin duda, Mario Ortuño, se siente más orgulloso ha sido del crecimiento de la Escuela de Música, que actualmente cuenta con muchos profesores, alumnos y diversas asignaturas.
Reportaje completo en la edición impresa de Siete Días Jumilla