El fútbol sigue sin saldar sus deudas con el cuadro vinícola, que en la jornada del domingo realizó una buena primera mitad ante el Marbella. Pero después del intermedio encajó hasta cuatro tantos, siendo para ello determinante la expulsión de Borja mediado el segundo periodo, así como las polémicas decisiones de un linier que no dio tregua a los delanteros blanquiazules.
Ambos equipos contaron con sus ocasiones antes del descanso, sobre todo con tiros lejanos. El FC Jumilla intentaba tener el balón y generaba peligro en el área contraria, pero la pólvora sigue mojada. Víctor y Perona probaron al guardameta marbellí de larga distancia, y los visitantes la tuvieron tras un cabezazo de Fabbiani que se marchó fuera por poco. Fue cerca del descanso cuando llegaron las jugadas más peligrosas para los locales, ambas canceladas por el linier. En primer lugar el asistente señalaba posición antirreglamentaria a Perona cuando se iba solo hacia la portería de
Cebriá, y poco después volvía a levantar el banderín para anular el tanto de cabeza de Manu Torres tras un fuera de juego que parecía inexistente y que incendió los ánimos del banquillo local.
Al regreso de vestuarios el Marbella salió con más decisión, aunque la zaga vinícola pudo mantener a raya el marcador hasta el ecuador del segundo asalto, cuando Añón puso una falta en la misma escuadra para adelantar a los andaluces. Cinco minutos más tarde la balanza terminaría de desequilibrarse, cuando nuevamente el delantero marbellí hacía de cabeza s
u segundo tanto de la tarde. Instantes después Borja era expulsado tras ver roja directa y hasta ahí llegó el fuelle del FC Jumilla, que ante tales adversidades no pudo más que encajar otros dos chicharros en los últimos diez minutos, ambos obra de Sergio Narváez.
JORDI FABREGAT SE DESPACHÓ EN RUEDA DE PRENSA
El técnico del FC Jumilla no se mordió la lengua a la hora de asegurar que las polémicas decisiones tomadas por el linier fueron premeditadas. “Nos han anulado un gol legal por más de dos metros; y en la otra jugada Perona se iba solo de cara a portería saliendo desde atrás. Lo he visto desde el banquillo y puedo verlo ahora en la tele. De ahí hemos pasado al 0-1, y al rato nos quedamos con uno menos. Es lo que tiene desemocionar a un equipo que tiene mucha adversidad y limitación. Al final 0-4”, proclamaba Fabregat, que continuaba. “Tengo que aceptar que hemos sido goleados, pero no por demérito nuestro. No me puedo callar más, tengo que decir lo que veo. Veo una predisposición del linier a equivocarse. Estoy cansado de que nos ganen por actuaciones arbitrales. Esto al Murcia, al UCAM o al Cádiz no les pasa”, concluía.