Paco Pliego deja el FC Jumilla tras el duelo en Los Cármenes
El director deportivo hizo las sustituciones, dando entrada a Palestini, Verdone y Tobías. “Es inaceptable”, declaró Pliego
Paco Pliego ha abandonado la disciplina del FC Jumilla. Así lo declaró él mismo en la noche del pasado lunes en Onda Regional de Murcia, y de la misma manera volvió a repetirlo a la mañana siguiente en Siete Días Radio.
La negativa de la Federación a tramitar su alta como segundo entrenador, así como la intromisión de la directiva en la parcela técnicas han sido los motivos para su salida. “Yo trabajé con el equipo durante la semana y planteé el partido, pero fue el director deportivo (Salvatore Casapulla) el que hizo los cambios. Estaba en la grada y no pude hacer nada. No es aceptable por mi parte”, señaló Pliego.
Kondogbia fue el único jugador llegado desde Italia (aunque es francés) que apareció en el once inicial. Sin embargo las sustituciones realizadas por Casapulla fueron las de los transalpinos Palestini, Verdone, además de Tobías, que entraron por los dos jumillanos, Terol y Guardiola, y por el camerunés Paolo Etamané. El danés Christensen y Perona, por ejemplo, no disputaron un minuto.
“No he dimitido. Me encuentro en una situación irregular en la que no tengo ficha”, subrayaba Paco Pliego. El valenciano llegó al conjunto vinícola como entrenador del equipo filial. Sin embargo y tras la sanción de Josico, la necesidad de la directiva de sentar a un técnico en el banquillo hizo que el club solicitara la transferencia de derechos desde Primera Autonómica, donde milita el filial, hasta Segunda B para ejercer como segundo entrenador del primer equipo. Pero tras el no de la Federación y la amenaza de una posible sanción Paco Pliego se ha quedado en tierra de nadie, ya que tampoco puede regresar al filial.
Además el ya ex entrenador del FC Jumilla se refirió al enfrentamiento que tuvo con un jugador al término del partido en Los Cármenes. “Hubo un intercambio de palabras entre un jugador y yo, pero ya está todo solucionado. Pero desmiento totalmente que hubiera una rebelión, o incluso agresiones físicas como se ha comentado por ahí”, recalcaba Paco Pliego.
“Me quito una carga grande. Me considero una persona honrada y trabajadora, pero si un entrenador no puede entrar al vestuario y mirar a la cara a sus jugadores todo esto se convierte en algo insostenible. Así que he hecho lo que tenía que hacer”, confirmaba Pliego.
La gravedad de los hechos rozó el esperpento al día siguiente, cuando Salvatore Casapulla irrumpió en el banquillo del Jumilla B lanzando voces y ordenando cambios. Acto seguido, y corría el minuto once, el portero Álvaro García fue sustituido por el italiano Mario Guardascione.