Aunque la lluvia deslució los Traslados de Pasión, el buen tiempo fue la tónica general en las procesionesss_Jumilla

Se hacen necesarias unas normas de actuación para el  protocolo y cofradías

Una vez finalizada la Semana Santa, hay que señalar que, debido al buen tiempo, ha lucido de manera espectacular, y los ciudadanos y visitantes han salido de manera masiva a la calle a disfrutar de las procesiones, de los desfiles previos y los que también se realizan después de finalizar éstas.

 

Aunque el tiempo generó un poco de atragantamiento en el primer fin de semana, debido a una impertinente lluvia que hizo acto de presencia justo cuando se realizaban los Traslados de Pasión, y que impidió también que la Tamborada de la Burrica permaneciese hasta su hora en la Plaza de Arriba, y que la solidaria se tuviese que trasladar a la Plaza del Mercado, fue a partir de Martes Santo por la noche cuando el cielo decidió despejarse del todo, y lucir limpio y azul el resto de los días de la Semana de Pasión.

 

De esta manera, la procesión de los Penitentes o del Silencio, discurrió por su itinerario de costumbre, en pleno Casco Antiguo de manera imponente. Al día siguiente, Miércoles Santo, tras la representación de El Prendimiento, por la noche, un elegante Jesús Prendido, presidió una procesión ordenada, fluida y con mucha música.

 

La tarde bella y espectacular de Jueves Santo, con las manolas visitando los Monumentos dio paso a una procesión de la Amargura lenta y agónica en su transcurrir.

 

La procesión del Calvario de Viernes Santo, fue precisamente eso, un ‘calvario’ de capuruchos, nazarenos, y filas de anderos, que en ausencia de bandas de música, eran ellos los que marcaban el ritmo lento de una procesión interminable. La noche del Santo Entierro es recogida y solemne y el respeto y el silencio, forman parte ya de la idiosincrasia de este desfile.

 

El Sábado de Gloria ofreció esplendor y luminosidad no solo en el tiempo sino también en el discurrir de la procesión de la Redención, que dio paso a una multitudinaria tamborada que se cubrió de ‘gloria’.

 

Y el Domingo de Resurrección, el pueblo entero era una fiesta y un maravilloso ‘encuentro’ que año tras año emociona y no deja indiferente ni a los jumillanos ni a los que nos visitan.

 

La Semana Santa de Jumilla es muy buena y ha tenido repercusión a nivel internacional, en dos diarios de Miami y de Caracas en Venezuela, algo beneficioso sin duda para conseguir la declaración de Interés Turístico Internacional, así que hay algo que se está haciendo bien.

 

No obstante sí queda lugar para la autocrítica, sería justo reconocer, que hay muchos aspectos que se pueden y se deberían mejorar, y todo iría todavía, mucho mejor.