Es muy triste y hasta incómodo, que a estas alturas de la vida, haya que recordarles algunos que la libertad de prensa existe, está protegida y además, es uno de los principales pilares sobre los que se sustentan el resto de derechos y libertades que disfrutan los países. En España disfrutamos de este derecho de forma continuada con la Constitución de 1978, y por supuesto, en Italia, aunque en los últimos años este derecho ha sufrido diferentes ataques sobre todo de los sectores más poderosos, lo cierto es que como es lógico también lo tienen reconocido por ley.
Sirva esta introducción para dejar muy claro que lo que ocurrió el pasado domingo en el Polideportivo Municipal de La Hoya, no es una rabieta de Capuani y sus colegas, sino que es algo mucho más serio que va contra un derecho constitucional que tienen todos los ciudadanos.
La pasada semana, Siete Días Jumilla en su sección de Deportes, publicó un trabajo serio y veraz, con decenas de declaraciones y documentación, que recopilaba la deuda que a fecha de hoy tiene el FC Jumilla que preside un grupo de italianos que han confundido los términos y se creen los dueños del mundo. Sabíamos que podía levantar ampollas, porque a nadie le gusta que le saquen los colores con estas cosas, pero eso tiene muy fácil solución, en lugar de montar un espectáculo, lo tienen que hacer es pagar y cumplir, y dejarse de pataletas baratas que lo único que persiguen es distraer al personal.
El FC Jumilla se merece lo mejor, al igual que su afición, pero sus actuales dirigentes necesitan de un severo correctivo que les demuestre que aquí, no vale todo y que si quieren cobrar las entradas a 50 euros o llevarse al equipo a Yecla, tendrá que ser por encima de mucha gente que lleva luchando y trabajando muchos años por sacar adelante un proyecto que en tres meses han dilapidado. Igualmente, el Ayuntamiento tendrá algo que decir, velar por los derechos de los jumillanos y por el buen uso de las instalaciones deportivas.