Por la falta de recursos hídricos y por tener terrenos sin supervisión
La sequía que está azotando la Región ha propiciado, sin quererlo, el escenario perfecto para que la bacteria ‘Xylella fastidiosa’ tenga a su disposición cientos de hospedantes potenciales: cítricos, almendros, olivos y viñedos de parcelas abandonadas por la falta de recursos hídricos. Las organizaciones agrarias Coag y Asaja han señalado a las comarcas del Altiplano, Noroeste, así como la huerta de Murcia, como “zonas de riesgo” para contraer el temido ‘ébola del olivar’, del que ya se han detectado dos focos en la comarca alicantina de la Marina Baixa.
“Pensamos que ya estamos conviviendo con la bacteria”, manifestó con resignación el presidente de Coag en Jumilla, Pedro García. Esta organización estima que en la actualidad existe en la Región un 10% de terreno agrícola sin supervisión y propenso a recibir la visita de algún vector (insecto) que transmita la ‘Xylella fastidiosa’ a árboles leñosos carentes de tratamientos fitosanitarios. El secretario general de Asaja, Alfonso Gálvez, alertó de que en las “zonas de montaña hay una temperatura ideal para que prolifere la bacteria”.
Para ambas organizaciones agrarias, el Altiplano y el Noroeste son las comarcas que presentan las características más propicias para el ‘ébola del olivar’: temperaturas de 26 a 28 grados centígrados y parcelas agrícolas en zonas marginales. De hecho, ponían como ejemplos los viñedos a la deriva que hay en Yecla y por la carretera de Pinoso hacia Jumilla; en zonas de Moratalla hay olivos sin supervisión, y en Cehegín y Caravaca de la Cruz, almendros desatendidos. A todo esto se suma que Jumilla y Yecla lindan con otras zonas con bancales abandonados, en Pinoso y La Algueña.