La bandera del Festival ya no luce en su mástil. Todo acabó con fuegos artificiales
La emoción ‘transpiró’ en la sesión de clausura
El 35º Festival Nacional de Folklore echó el cierre el lunes con su siempre emotiva sesión de clausura. “Todos se han ido encantados por la atención que reciben y por cómo cuidamos hasta el último detalle”, valoraba su director, José Carrión.
El amor, y también el desamor, fueron protagonistas durante toda la velada. Y es que antes de la salida al escenario de cada uno de los cinco grupos el presentador, Ildefonso Jiménez, narraba por capítulos la historia vivida (ficticia o no) por una pareja de integrantes de grupos de folklore que se conocen en un festival. Una emoción que se transmitía en cada una de las coreografías, y que embargó al apasionado público que se dio cita en la Plaza de la Glorieta.
La novedad sobre el escenario la protagonizó el Grupo de Danzas de Villena, ausente en la sesión del sábado. Una vez concluidas las coreografías llegó la hora de clausurar el Festival, y fueron José Carrión, acompañado por la concejal de Cultura y Festejos, Pilar Martínez, los encargados de recoger la bandera, que volverá a izarse el próximo año. Y los fuegos artificiales pusieron el colofón.