Hoy en día el envío de lo que hasta hace muy poco tiempo era tradicional, los típicos christmas por correo ordinario, han pasado a formar parte del pasado, sustituido por el envío de estas mismas felicitaciones a través del correo electrónico. Sin duda, esta forma nos supone un ahorro de costes importante, ya que este ahorro es doble, por una parte el económico dado que no supone gasto frente a la compra de sellos, sobres y la propia tarjeta para el envío, y por otro lado estaría el ahorro de tiempo ya que con solo apretar el botón podemos ser capaces de mandar un mismo correo a una multitud de remitentes.
Pero aunque esto sea lo que nos haya traído a todos el avance de los tiempos y de las llamadas nuevas tecnologías, sinceramente no es lo mismo preparar una tarjeta navideña, escribirla, personalizar el mensaje y enviarla acompañada de nuestros mejores deseos, que apretar ese frío ‘enviar’ del correo electrónico y mandar la imagen a cientos de contactos que en muchos casos ni siquiera sabemos ni quiénes son, ni a quiénes se los hemos enviado.
Decía el pregonero de la Navidad de este año en Jumilla, el padre guardián del convento de San Francisco en Orihuela, Juan Fernando Cuenca, que la Navidad, “no es la fiesta del árbol, por muy bonito que sea el abeto, sino que es la celebración donde Dios, para venir el mundo, se ha humanizado, haciendo que el hombre que haga Hijo de Dios”.
La Navidad es una época muy especial donde ahora corresponde apartar la paja del grano, y quedarnos siempre con lo más importante. Y para ello, hay que recuperar las tradiciones perdidas y fomentar las que hayan perdido fuerza. Entre ellas, el propio belén, un hecho que de siempre ha unido a las familias enteras en su realización. Pero también hay que hacer la carta a los Reyes Magos, y felicitar estas fiestas como Dios manda. Por eso, en nombre del Grupo de Comunicación Siete Días Jumilla, un abrazo enorme a todos los jumillanos. Feliz Navidad.