Director de la banda titular de la Asociación Musical Julián Santos
¿Cómo se vive una experiencia de estas características para una banda local?
• Se ha vivido con mucha ilusión e intensidad en los meses previos, preparando con minuciosidad los detalles para que todo estuviera lo más controlado posible, tanto musicalmente como logísticamente. Los días del viaje se han disfrutado con mucho ambiente festivo, se ha creado un hermanamiento muy bueno, no sólo entre los músicos, que sabíamos que existía, sino entre músicos y acompañantes. Será un recuerdo inolvidable para todos.
• ¿Qué nivel de esfuerzo y compromiso se ha tenido que hacer por parte de la junta directiva, los músicos y las familias?
Mover a casi 200 personas que se han desplazado, muchos de ellos menores de edad, ha sido un reto organizativo para la junta directiva. Han sido muchos quebraderos de cabeza, muchas las horas que han dedicado y tomar una responsabilidad que no todo el mundo está dispuesto a asumir. Han conseguido que los músicos se dedicaran únicamente a hacer música y disfrutar del viaje. Por su parte los músicos han tenido un año cargado de trabajo, especialmente en los meses finales coincidiendo con vacaciones. Me gustaría hacer hincapié en la implicación que han tenido, muchos ensayos y actuaciones, entendiendo que era la única forma de que el viaje tuviera viabilidad. Ha sido mucho el tiempo y el esfuerzo que se ha dedicado al proyecto, me gustaría también agradecer a las familias, parejas, amigos y la gente que nos rodea la comprensión que han tenido.
•¿Han echado en falta algún tipo de apoyo para este proyecto?
Estamos disfrutando estos días de las felicitaciones y muestras de cariño de la gente. El seguimiento de las noticias, los conciertos, las actividades, todo lo que ha rodeado al viaje en general ha sido abrumador. Hemos podido percibir que la Asociación Musical Julián Santos es muy querida y tiene un gran apoyo en la sociedad jumillana. Prefiero quedarme con esto más allá de buscar si ha faltado algún apoyo externo a nosotros.
•Han cosechado un gran éxito en Karlovy Vary y han compartido escenario con otras bandas internacionales. ¿Cómo se gestiona ahora todo ese aprendizaje?
Les comentaba a los músicos en el primer concierto que no éramos conscientes todavía de lo que suponía estar ahí sentados, llevar tan lejos el nombre de Jumilla, representar a las bandas españolas, nuestra cultura, nuestra música… Con el tiempo todos lo iremos asumiendo y ver como personas tan alejadas de nuestra cultura sienten la música y viven su banda de una manera similar a la nuestra será una lección para todos, más allá de lo musical también.
•Musicalmente hablando ¿existe alguna diferencia de nivel entre las bandas que han conocido y la forma de tocar y la Julián Santos?
Las bandas de música nacen de la cultura y el folclore de un pueblo y tienen un añadido social. La sociedad actual tiende a la estandarización, también en la música, pero todavía se conservan peculiaridades según la localización geográfica. Hemos coincidido con bandas de la República Checa, Polonia, Alemania y Lituania, cada una con su repertorio, plantillas instrumentales distintas, unas sin saxofones con la familia de los sax-horns, más o menos numerosas, etc. Me sorprendieron principalmente dos bandas, la banda joven nacional de Lituania, formada por una selección de jóvenes entre 15 y 25 años y la banda de Berlín, ambas con un gran nivel.
• ¿Cabría la posibilidad o se han planteado realizar en Jumilla un evento musical de estas características o volver a participar en otro?
Sería fantástico poder organizar algo similar pero son muchos condicionantes que se necesitan para llevar un festival internacional. Somos una asociación con unos recursos limitados y sería muy complicado pero ya hemos demostrado que cuando nos marcamos un objetivo no nos ponemos límite.
Volver a participar en otro festival similar… seguro que sí.
•¿Algún inconveniente o anécdota durante el viaje?
Los inconvenientes se diluyen entre todo lo que se ha disfrutado. Anécdotas en el segundo concierto, éramos los primeros en tocar y había nervios. El acto protocolario se estaba extendiendo y nosotros esperando en el escenario. A todo esto empieza un baile de mayoretes con música y espontáneamente algunos músicos empiezan tímidamente a bailar, se van sumando otros hasta que la cosa acaba con una fiesta en el escenario de 80 músicos de pie y bailando.
•¿Cómo están los músicos, qué sensaciones les han transmitido?
Lo que me han transmitido son más ganas para seguir trabajando por esta asociación, asumir nuevos retos y seguir creciendo juntos, y me gustaría acordarme de los músicos que no han viajado a la República Checa por diferentes motivos. Hacerles partícipes del éxito, tienen el mismo mérito que los que hemos participado, y decirles que los hemos tenido muy presentes todo el tiempo.
Para llevar a cabo un proyecto, hay que tener un buen «Director», y no todo el mundo vale.
«Nene, tu vales mucho».