Elena Martínez Pérez
Diplomada en Nutrición y Maestría en Nutrición Clínica
Colegiada MU-00024 / @mrs_food_
La declaración del estado de alarma a causa del coronavirus, ha generado ciertos bulos en las RRSS acerca de la posible prevención y/o tratamiento del COVID-19 con determinados alimentos y nutrientes.
En ningún caso la alimentación, por sí misma, evita o cura la infección por coronavirus, o por cualquier otro virus.
Actualmente, no existe un tratamiento nutricional específico frente al COVID-19. En general, las pautas de alimentación qué a continuación se recomiendan, van dirigidas a toda la población española y también a personas afectadas de COVID-19 con sintomatología leve y/o asintomática. Cuáles son las pautas a seguir:
- Mantener una buena hidratación. La ingesta de líquidos es primordial y se debe garantizar el consumo de agua, ya sea por sensación de sed o incluso sin dicha sensación, especialmente en personas mayores, garantizando un consumo de 1.5 a 1.8 litros de líquido al día, prefiriendo siempre el agua como fuente de hidratación.
- Elegir el consumo de legumbres y de productos integrales. Se recomienda elegir cereales integrales procedentes de grano entero (pan integral, pasta integral, arroz integral), y legumbres guisadas o estofadas, tratando de cocinar éstos alimentos con verduras.
- Tomar al menos 5 raciones de fruta y hortalizas al día. Garantizar un consumo de al menos 3 raciones de fruta al día y dos de hortalizas, es un objetivo a cumplir para toda la población, y por supuesto también para personas con COVID-19 con sintomatología leve en el domicilio.
- Elegir productos lácteos (leche y leche fermentadas/yogur) preferentemente bajos en grasa. Actualmente, existe controversia sobre si se debe o no recomendar productos lácteos desnatados, a la mayoría de Dietistas- Nutricionistas, nos parece más prudente seguir recomendando lácteos desnatados para los adultos. Cuando se habla de la recomendación del consumo de leches fermentadas como el yogur, kéfir, etc., se hace referencia sólo al tipo natural, no el resto de las variedades saborizadas, aromatizadas, con frutas, etc., pues contienen una cantidad importante de azúcar añadido. No existen pruebas de que el consumo de lácteos fermentados ayude de alguna forma en las defensas y a prevenir o disminuir el riesgo de infección.
- Elegir el consumo de frutos secos, semillas y aceite de oliva. El aceite de oliva es la grasa de aderezo y cocinado por excelencia en la dieta mediterránea española. Los frutos secos (almendras, nueces, etc.) y semillas (girasol, calabaza, etc.) también son una excelente opción siempre que sea naturales o tostados evitando los frutos secos fritos, endulzados y salados.
- Consumo moderado de otros alimentos de origen animal. El consumo de carnes, pescados y huevos (ambos entre 3-4 veces por semana, carnes rojas 1 vez por
semana), y los quesos debe realizarse en el marco de una alimentación saludable, eligiendo de forma preferente carnes de aves, conejo y las magras de otros animales como el cerdo, y evitando el consumo de embutidos, fiambres y carnes grasas de cualquier animal.
- Evitar los alimentos precocinados y la comida rápida. El consumo de alimentos precocinados y la comida rápida no están recomendados en general en una alimentación saludable, y en particular para los más pequeños de casa. Debido a su elevada densidad energética (por su elevado contenido en grasas y/o azúcares), su consumo no está recomendado en general, y por lo tanto tampoco en períodos de aislamiento o cuarentena domiciliaria debido a que pueden aumentar el riesgo de padecer sobrepeso u obesidad y otras patologías asociadas. La disminución de ejercicio físico y las conductas sedentarias durante el confinamiento y una dieta insana podría aumentar el riesgo de padecer enfermedades crónicas.
Dadas las recomendaciones de las autoridades sanitarias de #YoMeQuedoEnCasa y evitar aglomeraciones innecesarias, los Dietistas-Nutricionistas sugerimos adoptar una serie de medidas a la hora de realizar la compra, entre las que destacan una compra comedida, solidaria y ética. Si se compran alimentos de forma exagerada, puede que otras personas no encuentren lo que necesitan y además posiblemente contribuiremos al desperdicio de alimentos, un tema de gran preocupación a nivel mundial.
Respecto a las normas de higiene en la manipulación de alimentos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha emitido recomendaciones de precaución que incluyen consejos sobre el seguimiento de buenas prácticas de higiene durante la manipulación y preparación de alimentos, como lavarse las manos, cocinar suficiente la carne y el pescado y evitar la posible contaminación cruzada entre alimentos cocinados y no cocinados.
Por la salud de tod@s, #YoMeQuedoEnCasa