Primera mujer presidenta de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia (1993-1995)
Va protagonizar un acto, en Jumilla, con motivo del Día de la Constitución, ¿qué supone para usted?
La asistencia al acto de conmemoración del día de la Constitución supone para mí un doble motivo de alegría, el primero, porque me ofrece la ocasión de volver a Jumilla y reencontrarme con su gente (a la que tanto aprecio) después de mucho tiempo y, en segundo lugar, porque para mí es un honor participar en dicho acto pues nuestra Constitución merece ser celebrada cada año. Mi agradecimiento por la invitación.
Su ponencia se llama ‘Mujer y Constitución’, ¿de qué nos va a hablar?
He querido que el título de mi intervención sea genérico porque aún no he perfilado su contenido que, desde luego, versará sobre la importancia y caminos que la Constitución Española ha abierto para la defensa y el logro de los derechos de la mujer.
En este acto se va a reconocer a otras mujeres que fueron las primeras en distintos ámbitos. ¿Sigue siendo necesario todavía este tipo de reconocimientos públicos?
A mí me parecen muy necesarios sobre todo porque nuestra gente joven no conoce el papel que tuvieron todas las mujeres que fueron pioneras en la transición democrática y, sobre todo, en la política municipal.
La lucha por los derechos de la mujer es constante, ¿qué se ha logrado y qué cree que queda por conseguir?
Desde luego se ha avanzado mucho pero los datos de violencia de género nos muestran cada día que el cambio social y cultural necesario para una igualdad real no se ha logrado todavía. Lo mismo ocurre en el ámbito laboral y social. Una cosa es la proclamación de igualdad formal y otra llegar a hacer realidad la misma. Queda mucho por hacer a nivel nacional e internacional.
En su caso, usted fue la primera mujer presidenta de la Comunidad Autónoma de Murcia. ¿Qué supuso este hito en su vida política y en su vida personal?
En mi vida personal muy poco ya que siempre he tenido una dedicación laboral muy intensa, antes y después de ser presidenta y, por tanto, la vida familiar se vio poco afectada. Mi esposo (que en paz descanse) siguió llevando gran parte de la carga familiar como lo venía haciendo anteriormente. Tampoco afectó a nuestro círculo de amistades.
Políticamente, desde luego, sí supuso un gran reto y prueba para mí aunque debo decir que tuve la fortuna de contar con un equipo de Gobierno magnífico. El mejor Gobierno que ha tenido esta Región y que estimo enfrentó con acierto la crisis política, económica y social que nos tocó gestionar.
¿De qué se siente más orgullosa de su etapa como presidenta? ¿Y lo peor que le tocó vivir?
De lo que más me siento orgullosa de esa época es de haber logrado el consenso entre sindicatos, patronal y partidos políticos con representación en el Parlamento Autonómico para culminar y firmar el Plan especial de desarrollo de Cartagena, y el Plan de Reactivación de la Región de Murcia (en el que tanto esfuerzo puso el consejero Alberto Requena), suscritos por el Gobierno de Felipe González y el Pacto del Agua y los avances del Plan de Modernización de Regadíos (en el que tanto empeño puso el consejero Antonio León, ya fallecido), por citar los más importantes. Días de gran alegría eran aquellos en los que el consejero Lorenzo Guirao (al que perdimos muy joven) inauguraba un Centro de Salud o de la Tercera Edad. Incluso le puso alguno mi nombre sin yo saberlo.
Lo peor que recuerdo fueron los días del incendio del Noroeste y cada uno de los días en que se cerraba una empresa o taller.
En cuanto a la Constitución, ¿va necesitando una actualización? ¿En qué sentido?
Creo que la generación actual tiene derecho a hacer su propia lectura de la CE. Recoger nuevos derechos y actualizar la propia configuración de sus instituciones. A mí no me dan miedo las reformas. Después de la experiencia vivida en estos 33 años son muchas las cosas que cabe reformar. Por poner algún ejemplo: Hay que darle un toque a algunas instituciones, empezando por la Corona, hay que recoger el principio de igualdad de hombre y mujer en la sucesión, así como normas de más transparencia. Respecto al Poder Judicial, hay que fijar de forma más clara la composición y elección de dicho poder, adecuando el principio de que todos los poderes emanan del pueblo y éste está representado en el Congreso de los Diputados. Otro tanto sucede con el Senado que, en mi opinión, o se convierte en una verdadera Cámara Territorial en la que se sienten los Gobiernos Autonómicos y el Gobierno de España (que bien nos habría venido para gestionar la pandemia, entre otras cosas) o debiera suprimirse, como en su día propuso el presidente Rodríguez Zapatero. Y no digamos la necesidad de recoger nuevos derechos. Como todo lo que afecta a servicios esenciales de consumo y tecnológicos.
En alguna entrevista ha declarado que “es socialista, lo he sido y lo seré porque pienso que, de verdad, merece la pena luchar por la justicia, por la igualdad, y por mantener la libertad y la calidad de vida de los ciudadanos”. ¿Cómo valora, desde su posición actual, la situación del PSOE a nivel regional? ¿Y a nivel nacional?
Creo que el Partido Socialista (a nivel local, regional y nacional) sigue siendo el mejor instrumento de transformación y cambio social que requiere todo avance de bienestar social. En estos momentos, además, goza de la cohesión y de los equipos de personas capaces de luchas por las metas que exigen los principios clásicos del Socialismo Español, de adaptarlos a las circunstancias sociales actuales y ello se puede ver en los equipos de gobierno municipales, como el de Jumilla, y en el Gobierno de España. A nivel regional no hemos podido formar gobierno a pesar de haber ganado las elecciones regionales.
Sobre la situación de la política actual, ¿qué opinión le merece?
La situación política actual es de lo más raro que yo he visto en mi vida. Tenemos una oposición destructiva ante el Gobierno, a nivel nacional, que la está enrareciendo más cada día y que está contribuyendo a un grado de enfrentamiento personal y social que no había ni en la transición. Junto a eso, y seguramente derivado de ello, falta diálogo y consenso en torno a los temas cruciales para el desarrollo y bienestar de los ciudadan@s.
A nivel personal, ¿cómo es la vida actual de María Antonia Martínez?
Me he jubilado a principio de este año y todavía tengo la sensación de estar de vacaciones después de un trabajo de tantos años y dedicación. Disfrutando de mis nietos (tengo 3), de mi familia y amigos (en la medida que la pandemia y las nuevas tecnologías lo han permitido) y de mis aficiones favoritas, la lectura y la música. Espero que podamos empezar a viajar también un poco.