Editorial

Y  así, sin darnos cuenta, hemos pasado ya el ecuador de la Semana Santa, donde hemos llegado traslado a traslado, procesión a procesión y paso a paso.
No vamos a repetir una vez más nuestra sempiterna queja de que si intentamos dar muchas cosas a costa de bajar la calidad, al final estaremos colapsando y corriendo el peligro de pegarnos a nosotros mismos un tiro en el pie y morir de éxito. Porque independientemente de que todo se solapa y de que, por ejemplo, antes, no hace mucho, Lunes Santo solo estaba el concierto de la Ajam y ahora hay traslado de imágenes, tamborada infantil, el propio concierto y hasta una nueva procesión a la que después de tres ediciones, le está costando coger su sitio, lo cierto es que con el Interés Turístico Internacional, nos deberíamos obligar a subir un escalón de calidad y no empeñarnos en hacer, hacer y hacer sin afianzar nada o planteando las cosas a salto de mata. Hay que seguir reflexionando.


Pero quizá ahora no sea el momento, y lo que corresponda es disfrutar de los días grandes, de la música en la calle, las manolas y las procesiones que ponen el punto y final. Además, a todo esto pueden unir el disfrutar de la revista “La Semana Santa procesiona en Siete Días Jumilla”, que se entrega con el periódico de hoy que recoge una magnífica colección de fotos del jumillanos Emilio Herrero Santos.
A disfrutar y a intentar combinarlo todo: Diversión, religiosidad, familia, amigos, respeto y recogimiento.