Entrenador personal y monitor en Gym3

Mari Carmen Cañete Vera

Para conocerte un poco más, ¿Desde cuándo relacionado con el deporte y qué te lleva a dedicarte al entrenamiento personal?
Pues mi relación con el deporte viene desde mi infancia. Siempre me ha gustado probar todo tipo de deportes y desarrollar nuevas habilidades. A los 13 años, y con el objetivo de cambiar mi físico, me apunté al gimnasio y comencé a probar las diferentes actividades como step, tonificación, ciclo indoor, etc. complementándolo con sesiones de fuerza en sala. Sobre qué me llevó a ser entrenador personal, quizás el primer paso fue mi interés por el deporte. Ya en el instituto, la asignatura que más me gustaba era Educación Física. Allí tuve una profesora, Ángela, que hizo que mi interés por el deporte creciera y vi mi futuro laboral en esa increíble profesión. Hasta tal punto que acabé estudiando la carrera de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte.
Ya en la universidad, me fui involucrando más con el entrenamiento de fuerza y el fitness en general, y conforme pasaron los años, me fue gustando más este mundo, con lo que finalmente decidí encaminarme por aquí, principalmente con el objetivo de educar y ayudar a las personas a sentirse mejor, a valorar y tratar de que se enamoren del simple hecho de moverse, controlar su cuerpo, y que sean conscientes de la importancia del deporte en nuestra vida.

Tienes una amplia formación en la actividad física. Cuéntanos
Soy graduado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, por la Universidad de Alicante. Al siguiente año, realicé el Master en formación del Profesorado, en la Universidad de Elche. Tras ello me quise enfocar en el entrenamiento personal y la readaptación de lesiones, por lo que decidí hacer cursos privados, que me aportasen unos conocimientos más concretos sobre esta vertiente. Cuento con el Certificado Oficial Entrenador Personal de NSCA (NSCA-CPT), así como los cursos Sport Readaptation Certification de ACSAS Team (Certificación ACSAS) y Human Performance Specialist (Movement Matters). También he realizado minicursos relacionados con el rendimiento y rehabilitación del hombro.
Todavía sigo formándome, ya que el cuerpo humano es tan sumamente complejo, que para llegar a entenderlo bien y ser un auténtico profesional, hay que formarse continuamente.

Eres de Yecla, pero ¿cómo estableces contacto con Gym3 para impartir tus sesiones aquí?
Pues mi primer contacto con Gym3 fue a través de una oferta de empleo, les envié mi currículum y, al ver mi formación, decidieron contar conmigo. Siempre les estaré agradecido por permitirme formar parte de la familia que es el equipo y los clientes de Gym3.

Impartes sesiones personales y clases colectivas
Sí, también doy clases de funcional y de crossbalance, enfocadas en la mejora de la movilidad y el entrenamiento cruzado, es decir, el entrenamiento de la resistencia cardiovascular y el entrenamiento de fuerza.

¿Qué tipo de entrenamientos impartes, tienes alguna especialidad?
Realmente el tipo de entrenamientos que imparto tienen una gran variedad, pero si tuviese que elegir una especialidad, ésta sería el entrenamiento enfocado en la salud y la readaptación de lesiones. Mi objetivo principal, en cada una de las sesiones, es que mis clientes se sientan cada vez más ágiles, que mejoren su postura y, al fin y al cabo, mejoren su calidad de vida. También pretendo que entrenen de la forma más segura posible, adaptar su entrenamiento a las necesidades de su cuerpo y educarlos a través del movimiento, que entiendan el por qué hacemos cada uno de los ejercicios y el por qué los necesitan.

¿Cuál es la importancia de un entrenamiento personal, frente a un entreno particular?
Lo más importante de los entrenamientos personales es la selección y adaptación de los ejercicios en función de cada persona, así como la correcta ejecución de los ejercicios. Esto es esencial para que la persona pueda cumplir sus objetivos de una forma segura.
Nuestro estilo de vida ha cambiado mucho, los puestos de trabajo también, de forma que solemos encontrarnos en posturas inadecuadas que adoptamos a lo largo del día y pasamos muchas horas sentados, etc. Esto provoca que nuestro cuerpo sufra una serie de adaptaciones que finalmente hace que esas posturas inadecuadas se conviertan en nuestra postura habitual, que aparezcan lesiones, déficits de fuerza, déficits de movilidad, patrones de activación muscular alterados etc. Por ello, una selección inadecuada puede agravar estas posturas y dar más tensión a una musculatura.

¿Qué es lo que necesitas saber cuando una persona acude a solicitar tus servicios?, ¿Qué preguntas o qué te preguntan?
Lo primordial para mí a la hora de diseñar un programa de entrenamiento es conocer las lesiones o molestias que tiene o ha tenido el cliente a lo largo de su vida. Sea cual sea su objetivo, mi premisa es que entrenen de la forma más segura posible, por lo que el entrenamiento siempre va a estar diseñado en base a esa lesión o molestias, para tratar de trabajar sobre los causantes de estos e intentar que el cliente se sienta mejor o que, como mínimo, esa lesión no vaya a más.
Otra pregunta que suelo hacer es sobre su experiencia en el gimnasio, para conocer el control que tiene sobre su cuerpo y asignar unos ejercicios u otros. Por lo general, la mayoría de clientes vienen para sentirse mejor y más ágiles, aliviar el dolor causado por diferentes lesiones y para mejorar su imagen corporal.

¿Qué beneficios se logran con un entrenamiento personal?
En primer lugar, entrenar, y hacerlo con la intensidad necesaria. Entrenar es duro, debemos retarnos a nosotros mismos y buscar progresar. Nuestro cuerpo es listo, se adapta a los estímulos que le ofrecemos y si no progresamos en los entrenamientos y pesos movidos, tampoco avanzaremos con nuestros objetivos.
En segundo lugar, y más importante que el anterior, sería la realización correcta de los ejercicios, que entrenemos de forma segura, que cada ejercicio estimule el músculo o conjunto de músculos que buscamos.
Cada uno de nosotros somos diferentes, cada uno tiene unas capacidades y habilidades diferentes y es por eso que un ejercicio no va a suponer lo mismo para una persona que para otra. Muchos de mis clientes, durante todo el tiempo que llevan conmigo, han conseguido mejorar notablemente su control motor (su capacidad para controlar el movimiento, activar una musculatura en concreto, ser consciente de su posición, etc). Y, sin lugar a dudas, es de lo que más orgulloso me siento, que la gente aprenda realmente a moverse, a utilizar su cuerpo y a ser consciente de sus acciones.

¿Cómo planificas tus sesiones para cada persona y de qué dependen?
Las planifico en función de las características individuales del cliente, las posibles lesiones y desequilibrios musculares que pueda tener y en base a los objetivos de cada uno. Otro factor a tener en cuenta es la cantidad de días que va a entrenar, ya que esto influirá en la organización de los ejercicios.
Por lo general, intento que haya un equilibrio en el volumen de entrenamiento dedicado a cada sección corporal, para que el cliente tenga un desarrollo completo de su cuerpo, aunque también he de decir que, dependiendo del objetivo, también influirá el entrenamiento que le podamos dar a secciones concretas del cuerpo.

¿Qué importancia tiene la parte mental, a nivel motivación, tanto por tu parte como entrenador, como para el cliente?
La persona tiene que intentar ir motivada a los entrenamientos y creer en que puede realizar más que el día anterior, trabajando día a día para conseguir su objetivo. Cuando el cliente no se siente lo suficientemente motivado, ahí es donde entra el papel del entrenador, tratando de sacar esa “fuerza” que tiene en su interior y que no es capaz de exteriorizar. Por lo general, la gente que no está muy habituada al entrenamiento de fuerza, tiende a subestimar la capacidad que tiene para hacer diferentes ejercicios y entrenarlos a una intensidad considerable, pero los entrenadores en muchas ocasiones, sabemos mejor las capacidades del cliente que ellos mismos, y es parte de nuestro trabajo sacarlas y desarrollarlas correctamente.
También es muy importante la dedicación. Para conseguir los objetivos tenemos que ser constantes y tratar de convertirlo en un hábito. Por eso, intento educar a mis clientes sobre la importancia del entrenamiento, que no solo es un medio para conseguir un objetivo, sino que es una actividad que debemos realizar a lo largo de nuestra vida para poder sentirnos mejor y tener una buena calidad de vida.

¿Qué les dirías a esas personas sedentarias que todavía no se han decidido a hacer ejercicio?
Pues les diría que nunca es tarde para empezar a realizar ejercicio. Muchas veces nos limitamos diciendo “Ahora ya no llego al verano…”, “Soy demasiado mayor para ponerme a mover pesas…”, etc. pero el entrenamiento de fuerza y el entrenamiento cardiovascular es algo necesario, para todas las personas prácticamente sin excepción. Es algo que nos va a ayudar a sentirnos mejor, a desarrollar nuestra musculatura, a mejorar nuestro autoconcepto, nuestra imagen, nuestra salud mental y un sin fin de beneficios. Quizás mucha gente espera un momento ideal para comenzar, pero ese momento realmente es hoy. El entrenamiento es bastante agradecido, por poco que entrenes ya vas a conseguir parte de los beneficios que buscas, así que simplemente, ¿cuál es tu excusa para no empezar a sentirte mejor desde este preciso momento?

¿Existe alguna recomendación en particular o precauciones a llevar en cuenta de cara a ‘ponerse en forma’ de cara al verano?
El mejor consejo es no tener prisa. Simplemente trata de hacer cada día un poquito más, intenta cambiar tus hábitos poco a poco, aprende a disfrutar entrenando y alimentándote de una forma más saludable, ponte pequeños objetivos, que puedas ir consiguiendo progresivamente y que, de esta manera, consigas mantenerte motivado. Todo esto hará que te sientas mejor, que mejores tu físico y que te encuentres más cómodo contigo mismo. Quizás no llegues a verano con el físico que deseas, pero sin duda te encontrarás mejor.
Si intentas hacer las cosas rápidas, saltándote procesos, buscando hacer auténticas barbaridades, lo único que harás es frustrarte por no conseguir los objetivos después de tanto trabajo, asociarás el entrenamiento a algo extremadamente duro que no querrás mantener durante el tiempo.
Así que simplemente, ten paciencia, disfruta del proceso y trata de ser mejor día tras día. Convierte todo esto en un hábito y finalmente esos objetivos los cumplirás, te sentirás mejor contigo mismo y le habrás hecho un grato favor a tu cuerpo y a tu salud.