Portavoz del grupo municipal de PP en el Ayuntamiento de Jumilla

Termina ahora un año marcado nuevamente por la falta de proyecto para Jumilla, con un Gobierno local pobre en ideas, con ineficacia en la gestión y con nula capacidad por gobernar.

Un nuevo año perdido, que deja consecuencias nefastas para la localidad. Comenzaba el año sin presupuestos municipales, como lo termina también, y dejando sin calefacción a los escolares de dos colegios durante la ola de frío de principios de año.

El Gobierno local anunciaba el nuevo año con la bonificación del IBI a familias numerosas engañando masivamente a la ciudadanía cuando el plazo se había agotado, es más ni siquiera se había iniciado por la lamentable gestión en el área de Hacienda. El resultado, una nueva mentira para las familias numerosas y por ende para toda Jumilla.

La falta de limpieza unido a los malos olores que, aún en estos días de Navidad, impregnan las calles, es otra seña de identidad de la gestión socialista actual que caracterizado por la inacción descuida estas condiciones básicas para la normal convivencia.

Si ha habido una chapuza a destacar ha sido, entre tantas, la construcción del mal llamado carril bici de la avenida de la Libertad Adolfo Suárez, eliminando plazas de aparcamiento, provocando colapsos y riesgos innecesarios para la circulación. Todo ello unido al pintado y borrado exprés que acometieron también en la avenida del Casón.

Los vecinos de avenida de Levante y aledaños, recordarán sin duda, este año como aquel en el que el Gobierno local los ninguneó y permitió la construcción de una gasolinera frente a sus casas. La gestión de la alcaldesa en este asunto ha mostrado nuevamente que no está a la altura de lo que Jumilla necesita y merece. Una alcaldesa más preocupada en parecer preocupada que en preocuparse realmente de su gestión y de las consecuencias que ésta está teniendo para los jumillanos.

Ha sido el segundo año en que tampoco hemos podido disfrutar de la piscina olímpica de verano, cuya ejecución se ha dilatado tanto que, hasta la fecha, ya van dos veranos sin poder hacer uso de la misma.

Ha sido año de más anuncios vacíos, inconscientes y propagandísticos, que como globo pinchado se desinflan, es el caso del anuncio del cambio de horario de recogida de basura. El horario matinal que según el Gobierno local iba a ser la panacea no se implementa, no se anuncia y se achaca a los técnicos los motivos.

Si hay un servicio que ha sufrido la ineptitud del Gobierno local, ha sido el CAVI, el Centro de Atención a Víctimas de Violencia de Género, puesto en marcha en la anterior legislatura, ha permanecido cerrado durante meses porque a la concejala del área se le hizo tarde. En un servicio como este, del que el actual Gobierno local ha criticado tanto, ha llegado a anunciar públicamente que no se iba a cerrar que lo costearía el propio Ayuntamiento, pues la verdad es que llegado el momento, a la concejala se le hizo tarde para contratar y lo tuvo cerrado hasta el mes de agosto.

Apenas 17 meses para que concluya la legislatura y el Gobierno local ya ha tocado techo, nunca han tenido proyecto, carecen de ideas y de propuestas, de ahí que en el penúltimo ejercicio de su mandato sólo propongan modificar 6 de 42 ordenanzas fiscales, y además lo hacen tarde, sin ni siquiera conseguir que entren en vigor el 1 de enero. Y es que las ordenanzas fiscales es uno de los principales instrumentos que un Ayuntamiento tiene para atraer inversión, para incentivar la actividad económica y para generar riqueza. Pues lo han vuelto a hacer, obvian el poder de estos instrumentos y no proponen más que duplicar el coste de las bodas civiles.

Venimos reclamando desde el inicio de la legislatura una reducción real en el recibo de la contribución, de un 10%. Porque el Ayuntamiento está saneado, porque ha recibido ingresos extras como consecuencia de la regularización catastral y porque además, no pueden gastarlo todo, de manera que venimos defendiendo que para que ese dinero se quede en los bancos, se quede en los bolsillos de las familias, de esta manera sí habría una bajada real de los impuestos y la notarían todos los ciudadanos.

En materia económica también sorprende que son, en lo que va de año, 1 millón de euros en facturas las que el Pleno ha tenido que aprobar, con 30 reparos de la intervención municipal, y ocasionando a los proveedores un retraso en el cobro por la incompetencia del Gobierno local.

En definitiva, un año agotado, como el Gobierno local, que lejos de mejorar la gestión redundan en los mismos errores y generando problemas donde no los había.