Odontólogo Colegiado nº 797
Con el paso del tiempo, es frecuente que los dientes pierdan su brillo y blanco brillante, presentando un color amarillento y manchas. Pero, ¿quiénes son los culpables? En la mayoría de los casos, el amarillo de los dientes se debe a factores externos, normalmente relacionados con la comida. Algunos alimentos oscurecen los dientes por ello muestran un tono cada vez más amarillento y, la peor combinación de alimentos son los dulces-ácidos que vuelven bastante sensible nuestra dentadura
Podríamos casi afirmar que todos los alimentos que manchan el mantel también manchan los dientes, por ejemplo, algunos hábitos alimenticios como el consumo regular de vino, café, té, refrescos de cola, los zumos de frutos oscuros (granada, frutas del bosque). También, los alimentos de color azulado o rojizo como los arándanos, el kétchup, el azafrán.
Pero no todos los alimentos estropean el esplendor de nuestra sonrisa, algunos hasta nos ayudan a mantenerla resplandeciente. Por ejemplo, los alimentos ricos en calcio, vitamina C y D y, magnesio son los principales que contribuyen a tener unos dientes más blancos.
Las frutas son un gran aliado para nuestra dentadura. Las sandías, ricas en vitamina C, ayudan en la absorción de hierro y previenen el envejecimiento de los dientes; las manzanas, estimulan la secreción salival, limpian los dientes y eliminan el mal aliento; las naranjas, abundantes también en vitamina C, son ideales para mantener unos dientes y encías sanos; las fresas, alimentos ricos en antioxidantes y vitamina C que ayudan a pulir naturalmente los dientes gracias a su ácido málico que los blanquea.
Los vegetales también son buenos amigos, la coliflor y el apio, blanquean los dientes y evitan la formación de manchas; el caroteno de las verduras oscuras, como los pimientos, puede transformase en vitamina A, que ayuda a fortalecer los dientes. La lechuga, las espinacas y el brócoli, generan una película protectora en los dientes. Las legumbres, como las alubias, ayudan en el proceso de secreción de saliva y eliminan restos de comida. Los productos lácteos, como el queso, mantienen la dentadura fuerte y ayudan a prevenir la caries.
Además del consumo de alimentos como estos, existen algunos sencillos trucos que se vuelven una buena alternativa barata y eficaz. La pasta de fresa y bicarbonato es un remedio muy útil, se machaca una fresa y se mezcla con bicarbonato que actuará como anti-ácido. Se aplica la pasta sobre los dientes y se deja actuar dos minutos, después hay que lavar los dientes para eliminar el azúcar de la fresa; el bicarbonato y el zumo de limón actúan como blanqueador. Lo ideal es combinar ambos y aplicarlo con un bastoncito de algodón en los dientes y dejar actuar durante unos minutos, además, otro sencillo truco para tener tu dentadura más blanco es frotar tus dientes con el interior de una piel de naranja durante 45 segundos.
Además de incluir alimentos y trucos para cuidar tus dientes, no hay que olvidar limpiar los dientes dos o tres veces al día; usar hilo dental; renovar el cepillo de dientes cada tres meses y, realizar un control todos los años en tu dentista.