Un coupage compuesto por un 80% Monastrell y un 20% Syrah
Recientemente presentado por Bodegas Luzón y del que se ha hecho una edición de 4.858 botellas
Bodegas Luzón ha creado un vino para unir, según aseguran desde la firma jumillana, “las emociones con los sentidos”. “Desde el tacto aterciopelado en su etiqueta, a la vista por la viveza de su color, el olfato y, por supuesto, el gusto”, añaden.
Un coupage compuesto por 80% Monastrell y 20% Syrah, variedades que crecen en un terreno que ofrece uvas de gran intensidad aromática y buen equilibrio entre azúcar y acidez. El resultado es un vino de color cereza profundo, con aromas expresivos e intensos de los cuales destacan notas de frutos rojos y negros. En boca, según la ficha de cata, “es suculento, con una frescura de gran carácter y tipicidad, un tinto con mucha personalidad”.
Tras una vendimia realizada de manera manual, en cajas de 15 kg, se ha dejado macerar la fruta a baja temperatura, seleccionando racimos y realizando una fermentación alcohólica en barricas de 500 litros. Posteriormente, se pasa a barricas nuevas de roble francés y americano para la realización de la fermentación maloláctica y su crianza de 22 meses.
Edición limitada
Por último, desde Luzón informan que antes de salir al mercado, este nuevo tinto, que se presenta en una edición limitada de 4.858 botellas, ha pasado 16 meses de reposo en botella esperando su momento justo para conquistar a los paladares más exigentes, como también para satisfacer a aquellos que buscan un vino fresco, con gran personalidad y elegancia.
“Para recordar momentos importantes y emocionarse”
Según indican, la creación de este vino por parte Luzón radica en la búsqueda del Alma, un tema sugerente al que cientos de pensadores, historiadores, filósofos y científicos han dedicado su vida desde los tiempos más remotos para dar respuesta a esta pregunta.
Se ha demostrado finalmente que el Alma, entendida como esa capacidad para recordar momentos importantes y, sobre todo, emocionarse ante las distintas situaciones, reside en el cerebro a través de sus conexiones neuronales, las cuales se han querido representar en una nueva etiqueta como una explosión de sabores y emociones.