Cumplió este viernes 60 años desde que fue ordenado sacerdote

Ha sido sacerdote en varias parroquias y misionero en distintos países de América Latina

En la actualidad tiene 84 años y de ellos, la mayoría los ha dedicado a los demás, en Jumilla y en el mundo. Es el padre Blas Bernal Herrero que cumplió este viernes 60 años desde que fue ordenado sacerdote.

Tenía tan solo 24 años cuando un 14 de junio de 1959, a las ocho de la mañana en la parroquia de San Juan Bautista de Murcia, siendo obispo Ramón Salazar y Marce, Blas Bernal Herrero fue ordenado sacerdote y desde ese momento ha ocupado su vida dedicado a evangelizar el mundo, en Jumilla, en otros puntos de la Región de Murcia y de España y también en muchos países de América Latina como misionero.

La conversación con el padre Blas Bernal es muy amena y también enriquecedora. Con un gran sentido del humor, mucho realismo y gran profundidad. Su historia está llena de vivencias, muchas buenas, pero donde no han faltado las dificultades, con inconvenientes económicos, culturales, incluso cuenta que llegaron a expulsarlo del seminario, diciéndole que no servía para cura.

Crítico y preguntón

En sus más de 80 años reconoce que ha sido crítico, protestón y preguntón. Sigue siendo crítico, pero según dice “de forma más dulce que cuando era joven”. Cuenta, entre sonrisas, que su padre le auguró que “de mayor sería o cura o anarquista”.

Su vocación, casi inconscientemente le viene de cuna, fue bautizado tan solo dos días después de nacer y con muy pocos años ya se sorprendía con situaciones que vivía. Un día viendo vestirse a un religioso en la sacristía, le dijo a su madre que él quería vestirse con tantas ropas como ellos.

Tras años de estudio y seminarios, es ordenado sacerdote con 24 años. Estuvo un mes en la parroquia de El Salvador de Jumilla como encargado con don Juan Paco Baeza, con el que mucha gente le dice que tiene gran parecido.

Al mes, como primer destino llega a Peña y Campillo, cubriendo toda la huerta de Cehegín y Caravaca y  siendo el primer religioso de su Diócesis que es enviado directamente a una parroquia, sin pasar por coadjutor.

Pero el padre Blas Bernal seguía con la inquietud que tuvo desde joven que era ser misionero. Cuando veía imágenes de zonas muy desfavorecidas se preguntaba: ¿Por qué yo puedo creer en Jesús y ellos no?  Tuvo la intención de irse a África con los Padres Blancos, pero ni la Diócesis, ni sus padres le dejaron y ya en 1957 llegaron a la Región dos obispos de Ecuador reclamando sacerdotes para América Latina y ese fue su ventana para continuar su labor a miles de kilómetros de su lugar de origen.

El padre Blas Bernal ha ejercido de misionero durante muchos años en países como Ecuador, Perú, Brasil, Colombia y Panamá.

Iglesia y papa

La conversación mantenida con él daría para mucho, entre otras cosas también dejó su opinión sobre la situación actual de la Iglesia. Cree que evoluciona, pero muy poco y lentamente. No considera tanto que deba adaptarse a los tiempos, sino evangelizar los mundos nuevos.

Sobre los Papas, afirma que  le gustaron Juan XXIII y Juan Pablo I, pero su preferido es el actual Papa Francisco del que afirma “lucha mucho, pero creo que no le dejan, yo en su puesto hubiera hecho cosas más rápidamente que él”.